Euseglimar González | LA PRENSA DE LARA.- En su último suspiro dio vida. Desirée Pastora Valera Hernández (25) tenía 36 semanas de embarazo cuando fue asesinada por unos criminales que no les tembló el pulso para disparar al menos seis veces en su cuerpo.
La familia de la dama vivió ese sabor agridulce, por un lado la joven murió, pero por el otro tenían al fruto que nació de sus entrañ;as, su pequeñ;o bebé.
En enero de 2018, Desirée salió de su casa en San Vicente, su embarazo ya se le notaba, pero esto no era impedimento para que ella saliera e hiciera trabajos. Esa mañ;ana del 17 de enero iba caminando por la avenida La Salle y cuando estaba en el semáforo justo frente al parque de diversiones Chicolandia, un pistolero, que iba a bordo de un carro, pasó lento, bajó el vidrio y comenzó a disparar en su contra.
La joven embarazada recibió impactos de bala en la cabeza, dos en el pecho y otros en las piernas.
El cuerpo de la muchacha fue trasladado hasta la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda el miércoles en la tarde. Los familiares no quisieron declarar más detalles de lo ocurrido y qué hacía la joven. Ese mismo día entregaron su cuerpo.
La muchacha se desplomó y cayó malherida al suelo, mientras que el homicida aceleró y se perdió de la escena del crimen.
Un conductor que pasaba por la avenida se percató que la joven estaba malherida y por su estado de embarazo corrió a auxiliarla, la montó en su carro y se la llevó directo al Seguro Pastor Oropeza, ubicado a sólo metros de la escena del suceso.
El vehículo entró a toda velocidad por la emergencia, mientras que gritaban «una camilla, una camilla», las enfermeras que estaban de guardia de una vez dieron paso y por el avanzado embarazo la atendieron de inmediato. La meta de los profesionales era salvar la vida de ambos.
Esa mañ;ana, a Desirée la estabilizaron y de una vez se la llevaron a quirófano para practicarle una cesárea de urgencia, pues el bebé seguía con vida.
Pocos minutos después el pequeñ;o ya estaba en los brazos de los doctores, quienes no podían creer el milagro, pues sobrevivió a un tiroteo, pero les preocupaba que Desirée no respondía.
La dama fue llevada a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), donde se debatía entre la vida y la muerte. Mientras que el bebé fue llevado hasta el retén de niñ;os.
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