Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA.- En los últimos cuatro años, la Fundación Comuna Project, una organización sin fines de lucro de Medellín, la segunda ciudad más poblada y económicamente activa de Colombia, ha logrado con éxito que los habitantes de la famosa Comuna 13, integrada por unos 21 barrios legalmente constituidos, y otros 18 en la periferia, pasaran de la estigmatización a tener sentido de pertenencia, logrando ser parte fundamental del desarrollo turístico que ha tenido en las últimas dos décadas uno de los lugares más visitados de Latinoamérica.
La Comuna 13 es una zona parecida y tan populosa como Petare, el barrio más grande de Venezuela ubicado en el estado Miranda. Las personas que se asentaron allí lo hicieron de manera desorganizada, sin una planificación urbana. Desde finales de los 90 la zona fue invadida por tres grupos guerrilleros: el Ejército de Liberación Nacional (ELN), las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y el Ejército Popular de Liberación (EPL), además de organizaciones del narcotráfico y dos grupos paramilitares. Era un territorio marginado hasta por el mismo Estado colombiano, donde reinaban los homicidios, los enfrentamientos armados, la extorsión, el secuestro, el reclutamiento de niños y jóvenes y el tráfico de drogas.
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