Gabriel Grisanti | LA PRENSA.- Gustavo José Rodríguez Medina (19) estaba solo descansando en una de las tres habitaciones de su casa, ubicada en la carrera 2 con calle 1 del sector La Isla, perteneciente a la comunidad 24 de Julio, en la zona oeste del municipio Iribarren.
Ayer a las 3:30 pm algunos vecinos vieron, sin precisar cuántos fueron, que llegaron unos hombres con vestimenta informal portando chalecos antibalas en un vehículo Ford Fiesta de color azul.
Ellos con armas en mano, irrumpieron en la vivienda hasta llegar al dormitorio de Gustavo José para dispararle sin contemplación. La impresión de sus familiares es que el joven no tuvo chance de correr para buscar protegerse del ataque.
Gregoria Medina, tía materna del fallecido, en medio de su rabia expresaba que la muerte de él fue consecuencia de “un error que cometió hace un mes en el barrio Santa Isabel”. “Se dejó influenciar por una chica para que le robara un teléfono celular a la hija de un policía”, aseguraba, sin que pudiera especificar el organismo de seguridad del que formaba parte.
La mujer mencionaba que Gustavo José fue detenido por funcionarios del Cicpc, pero que en menos de 10 horas fue liberado.
Le estaban cobrando 1 millón de bolívares a cambio de su libertad, pero mi sobrino acordó con ellos que le pagaría 500 mil y como pudo, juntó el dinero y salió de eso. Además, como parte del acuerdo, les dio un bulto de arroz y un enfriador que era de su mamá”, afirmaba Gregoria Medina.
Afectada por el asesinato, seguía desahogándose. “Es verdad, él se dañó, pero fue serio en buscar la plata legalmente, porque vendía sus productos de limpieza todos los días en Acarigua y trabajó duro por eso”.