José D. Sequera | LA PRENSA de Lara.– «Ese tipo tiene en pánico a la Emergencia», soltó la familiar de un paciente del Hospital Central de Barquisimeto para referirse a la zozobra que se vivió ayer en la tarde cuando Jonathan Muñoz, de 38 años, se negó a ser atendido por los médicos y andaba bañado en sangre por los alrededores la sala de urgencia.& ;
Cerca de las 5:30 de la tarde, Muñoz fue bajado inconsciente en la entrada de la Emergencia de una pickup marrón ayudado por el chofer del vehículo y un acompañante ante la aterrada mirada de su esposa y sus cuatro hijos pequeños. Él sólo vestía un pantalón negro mal amarrado y unos zapatos negros; sin embargo toda su cara y torso estaban cubiertos de sangre.
Cuando a Muñoz lo auxiliaban, su esposa comentó con voz temblorosa que ellos seis estaban prácticamente en situación de calle e intentaban montar un rancho en un terreno cerca de la avenida Uruguay, pero como Jonathan estaba bebido se puso a discutir con otros ocupantes del terreno y allí le propinaron el tubazo en la cabeza.
La mujer contó que aunque estaba bañado en sangre y bajo la influencia del alcohol, Muñoz tambaleó con terquedad junto a su esposa e hijos desde la Uruguay hasta la carrera 17 con calle 13, pues ahí recibió ayuda del chofer de la pickup y su amigo.
Mientras ella relataba esta historia, personal del Central la abordó y le dijeron que su esposo «no se dejaba suturar la cabeza«. En eso, Muñoz salió caminando y agarrándose la herida con una mano y una gasa, a la vez que insultaba al personal médico y policial.
«Me están tratando como un preso y ya pagué mi condena. Hasta hace 15 días estuve preso en Uribana por ocho años por homicidio», gritaba Muñoz ante sus pequeños hijos y su esposa a quienes ignoraba cuando le pedían una y otra vez que se dejara atender.
Así siguió caminando, tambaleándose, hasta un vendedor del hospital; a quien le compró un cigarro y tras fumárselo partió sin rumbo conocido.& ;