LA PRENSA DE LARA.- «Lo único que necesita el mal para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada». Edmund Burke.
Tiempos de reflexión, tomo el título de un libro escrito por David Montalvo, para hurgar en vuestro yo interno y llamar a una profunda meditación que conlleve a la implementación de la razón, la lógica y la sensatez para poder concluir en una objetiva toma de decisiones y emprender la actitud que culmine en contribuir a que la Patria tome un camino cierto, en democracia y libertad; del restablecimiento del Estado de Derecho basado en un Estamento Legal tal cual fue expreso en espíritu, propósito y razón del legislador probo; en los conceptos y preceptos constitucionales, legales y en los Tratados Internacionales con jerarquía constitucional, tradicional e internacionalmente aceptados.
Alguien, alguna vez, dijo: «Quien no es chavista no es venezolano», quiero recordarle qué, Venezuela, surgió más allá de los trescientos treinta años antes del natalicio de nuestro Libertador, Simón Bolívar. ¿O es acaso que el poder indefinido quiere emular al rey Jorge III del Reino Unido? Tercer monarca británico de la dinastía Hannover; quien acuñó la frase:& ;
«Un traidor es alguien que no está de acuerdo conmigo».
Jorge III escribía un diario y para el 4 de julio de 1776 escribió: «Nada importante ha sucedido hoy».
¡Ese día se firmó la Declaración de Independencia de los Estados Unidos!
La ideologización exacerbada olvida que la libertad es bíblica y forma parte del origen de los tiempos, cuando fuimos creados a imagen y semejante de Dios, pero
¡Con nuestro libre albedrio!
Tal vez, de allí surge aquel proverbio popular que expresa: «Podrán encarcelar mi cuerpo, mi carne, mis huesos, pero ¡Jamás mis pensamientos!»
Por más que se mienta y se manipule, la verdad y la realidad siempre se imponen; aquellos que mienten a un líder, para que se enlode en un mundo de fantasías, tarde o temprano lo arrastrarán en su caída y el deslave provocado por los hechos, siendo inevitable e indetenible, también los arrastrará.
Nunca he sido político, ni tengo apetencias de figuración política
«Amo la libertad y la democracia porque en ellas me educaron mis padres, mis maestros, profesores y guías espirituales; en ella he vivido entre familiares, amigos y seres queridos».
Razones suficientes para tratar de ser útil, con la única esperanza de tener la satisfacción del deber cumplido. Por tanto, llamo la atención de mis compatriotas y a los gobernantes de la nación, referente a la realidad de las cifras que se manejan sobretodo en producción agropecuaria. Presumo que en la actualidad no hay estadísticas creíbles que puedan servir para la planificación de un verdadero desarrollo del sector productivo.
¿No se pararía el desastre económico si se estudiara la realidad de la producción de café como máximo ejemplo de lo que no se debe hacer en materia de producción agropecuaria, si se atendiera a la lógica, la razón y la sensatez, a la cual hemos llamados la atención infinitas veces? ¿Es qué el proyecto político que se pretende imponer comienza con la destrucción del sistema productivo nacional? ¿Cuánta es la felicidad que ha llegado al pueblo durante el gobierno que ha tenido más del 2.000% de los ingresos de los gobiernos anteriores a 1999? ¿No se engaña al pueblo con dádivas otorgadas después de 24 años de promesas incumplidas? ¿Cuál es el país donde el sistema socialista y/o comunista ha sido exitoso?
Se dice qué: Algunas zonas todos los servicios. De la clase media hacía arriba, sus integrantes, con esfuerzos propios, han pagado y pagan todos esos servicios, desde la planificación hasta la ejecución de las obras, movimiento de tierra, vialidad, servicios, agua potable, electricidad, cloacas, aceras y hasta las maticas que se siembran ¿Cómo ha cumplido el Estado con su responsabilidad? Los asesores de los entes gubernamentales deberían analizar cifras verdaderas y aceptar la realidad nacional y parar su destrucción.
Llamo a reflexión a algunos dirigentes que se dicen productores y de los cuales no soy yo quien los pueda calificar, pero estimo que, conscientes o no, le han hecho daños irreparables e incuantificables a las humildes familias cafetaleras; algunos de ellos con incesantes y avaros apetitos de riqueza fácil, y perjudican inmisericordemente al sector primario, a los cultivadores de la cereza bondadosa que marca hitos indiscutibles en los ámbitos políticos, ecológico, social, económico, cultural y turístico, en las naciones en las cuales se cultiva y al resto del sector productivo nacional.
Escrito por: Maximiliano Pérez Apóstol
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