Fedeagro y la Asociación Venezolana de Agrotecnología (AVAT), firmaron un acuerdo para que cada vez más agricultores se sensibilicen y aprendan habilidades sobre la agrotecnología. Antes los productores de maíz, arroz y caña de azúcar tenían que anotar en papel y lápiz las condiciones de crecimientos de sus cultivos. Ahora toda esa información la manejan a gran escala desde una aplicación móvil, y logran obtener tanta precisión que pueden proyectar el rendimiento que obtendrán, incluso antes de sembrar. Aunque la Inteligencia Artificial o la digitalización agroalimentaria es todavía incipiente en los campos nacionales.
En la actualidad se están monitoreando con satélites geoestacionarios 50 mil hectáreas anuales a través de dos aplicaciones móviles de agricultura de precisión. «Son herramientas que te permiten una gestión del manejo de la finca, si yo incorporo los costos que he hecho en insumos, cuando me toque sembrar estas aplicaciones me van a dar el estimado de la ganancia por lote», comentó Saúl López, director de AVAT.
La segunda tecnología más usada son los drones. Unas 30 mil hectáreas son supervisadas con estos aparatos para capturar imágenes en tiempo real. Y en 40 mil hectáreas se utilizan drones para fumigar y aplicar irrigadores (distribuir agua en siembras). «Y eso se está viendo en Portuguesa, en el maíz y arroz, pero también en musáceas (bananas), al Sur del Lago de Maracaibo, o en la horticultura en Mérida», indicó. Destacó que para utilizar drones se necesita un permiso del Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC).
Precisó que se han instalado 20 estaciones climáticas virtuales en fincas que dan alertas tempranas para saber cuándo es bueno hacer una labor de campo, saber las condiciones de humedad, pronosticar precipitaciones o ver la radiación de los cultivos.
Rafael Rodríguez es consultor en agrometeorología y trabaja con la teledetección. «Ahora se están usando los pronósticos meteorológicos inteligentes para la agricultura, obras de ingeniería civil o para predecir el tiempo atmosférico que habrá en un torneo de golf. Esta herramienta te permite planificarte, para que no exista perturbación en la cosecha», explicó, mientras se disponía a analizar un modelo de simulación para cultivos de caña de azúcar en Portuguesa, pues la zafra arranca en noviembre y culmina en abril.
También se aplica en la ganadería, específicamente en la siembra de pastizales que se requiere para aumentar la producción de leche. «En Lara, en los municipios Morán (Guarico) y Andrés Eloy Blanco (Sanare), se está usando para la cosecha de café», enfatizó.
En Portuguesa usan agrotecnología
Ramón Bolotín, director de Oleaginosas y Leguminosas de Fedeagro, indicó que en Portuguesa quizás un 5% de los cultivos son monitoreados con agrotecnología. «Es algo que no es nuevo, pero no se ha invertido tanto en innovación. Es decir, todos tienen un tractor o cosechadora, pero pocos tienen drones», comentó. Indicó que lo que ha tenido un crecimiento importante es que los productores de cereales desde pequeños hasta grandes se han preocupado por realizar antes de sembrar análisis de laboratorio, para evaluar los suelos y a medida que las plantas crecen hacen análisis foliares para medir la nutrición vegetal.
«Así se determina qué cantidad de urea se necesita, se pueden corregir los microelementos a tiempo, medir los niveles de nitrógeno, evaluar los drenajes, los controles de maleza oportuna», manifestó.
Según Saúl López, toda esta tecnología en Venezuela es privada y los agricultores deben pagar para obtenerla. La gran limitante es la falta de créditos.