Luis E. Marchán | LA PRENSA de Lara.-& ;La venta de monedas y billetes que están fuera de circulación está de moda como una forma de ganar un dinero extra en medio de la peor que crisis que ha atravesado Venezuela, y de la cual los coleccionistas hacen su agosto.
Monedas de una locha, un bolívar y billetes que un joven hoy día no reconocería, se cotizan en el mercado a precios variados, de acuerdo a su antigüedad. Un fuerte por ejemplo, puede venderse entre los coleccionistas a 5 mil bolívares, una puya a 2 mil, un bolívar a 3 mil, mientras que una morocota nacional alcanza los 1500 dólares.
Carlos Pérez, coleccionista empeñado en mantener viva la historia de nuestra moneda, instaló un tarantín en la avenida 20 para ofrecer dinero a los abuelos que rompen su vieja alcancía y sacan monedas tan antiguas que se remontan a los años 1920 y 1940 para venderlas y ganar un dinero extra. Explica que más que negocio es contribuir a preservar la historia de la moneda.
En 1972 el Banco Central de Venezuela ejecutó la acuñación de monedas conmemorativas, la cual no estaba contemplada en la Ley de Monedas, de las cuales William Querales, otro coleccionista, tiene unas cinco y cuyo costo por su importancia, supera los 50.000 bolívares.
Querales destaca que ha guardado las monedas desde que era un niño, sin embargo, debido a la fuerte crisis económica del país, ha decidido venderlas para obtener un dinero adicional y cubrir algunas necesidades básicas.
«Guardé las monedas desde que era un niño. Cada moneda o billete que me daban mis padres o abuelos iban directo a una alcancía. Ahora las vendo a otros coleccionistas porque la crisis me obliga a buscar entradas de dinero para cubrir mis necesidades», dijo.