Caminar por algunas aceras de Barquisimeto se ha vuelto un desafío diario para Alexis Liscano, persona con discapacidad visual. Lo que debería ser un espacio seguro para él y todos los peatones se ha transformado en un camino de obstáculos; aceras con grietas, vehículos y vendedores informales que bloquean su movilidad.
Alexis, quien recorre el centro de Barquisimeto, recuerda cómo unos meses atrás tuvo un accidente al caer en una tanquilla que no tenía la tapa. «Fue en la calle 25 con 20 que me sucedió y los bomberos fueron los que me ayudaron a salir de ahí».
En las aceras que se encuentran en el centro de Barquisimeto no sólo se observan la falta de mantenimiento, sino la falta de conciencia, algunos conductores estacionan sus carros sobre las aceras y esto no permite que las personas caminen en ese tramo y terminan usando la calle, arriesgando su vida por la fluidez de carros en la zona.


Aceras deterioradas y llenas de obstáculos
En algunas cuadras de la calle 42 se observan como las aceras están agrietadas por las raíces de los árboles y que este problema ha causado accidentes a los peatones.
«El año pasado iba caminando por la 42 con avenida Pedro León y no me percaté que la acera estaba levantada y tropecé. Me caí y me golpeé en un brazo, menos mal no pasó nada grave, pero una persona mayor que yo quizás no tiene la habilidad que yo tuve», comentó Marcela Hernández, habitante de la parroquia Ana Soto.
Para Alessandra Rangel, arquitecta, estos problemas no son casuales, sino consecuencia directa de la falta de planificación urbana y de conciencia ciudadana.
«Todo parte de una planificación urbana desde la multidisciplinariedad. Cuando todas las aristas que intervienen en el desarrollo de la sociedad trabajan integralmente para el diseño de espacios urbanos, se obtiene calidad», sostuvo Rangel.


Consecuencias de la falta de planificación
Para Rangel, el desarrollo de la ciudad debe involucrar a varios sectores profesionales, sociedad y comercios, para lograr espacios funcionales y sostenibles.
«El cumplimiento de las legislaciones urbanas en temas penales es importante, ya que como sociedad estamos siempre dispuestos a luchar por nuestros derechos, pero estamos perdiendo el cumplimiento de nuestros deberes haciendo que los valores y buenas costumbres se transformen en actitudes anárquicas», dijo Rangel.
En un recorrido que realizó el equipo del Diario LA PRENSA, se observó cómo en varias avenidas de Barquisimeto la basura, maleza, huecos, carros y motos limitan el paso a los peatones.
En la calle 23 entre carreras 22 y 23, el monte ocupa un poco más de la mitad de la acera, lo que hace que los peatones sólo tengan un espacio reducido para caminar por allí.
Mientras que en la calle 26, entre la avenida 20 y la carrera 21, la acera tiene el concreto levantado, justo por donde se ubica una tanquilla eléctrica, lo que hace que las personas caminen por un «hilito» de la acera y con equilibrio, para evitar doblarse un pie.


Problemática en puntos clave de la ciudad
El señor Alexis denunció que la falta de mantenimiento en las aceras afecta a todos los peatones, pero se ven más limitadas las personas con discapacidad y las de la tercera edad.
«Entre varios amigos comenzamos a alertarnos por donde no pasar para evitar accidentes como el que me ocurrió a mí. Pero esto no debe ser, el deber es que se haga un mantenimiento constante y que todos caminemos con seguridad», comentó el señor Alexis.
En la ciudad de Barquisimeto, a inicio de 2025, la Alcaldía de Iribarren comenzó a despejar las aceras y calzadas en puntos de mayor flujo de circulación, más que todo donde los comerciantes obstaculizaban con sus ventas, pero esto, a juicio de los consultados, no se continuó.
«En la carrera 24, entre calles 29 y 30, hay vendedores informales en la acera y si uno les reclama, nos mandan a caminar por la calle», sostuvo Elías Barragán, transeúnte.
El urbanista Gerardo Puleo, durante una entrevista en agosto, manifestó que los diseños urbanos afectan la movilidad. Tal es el caso de las aceras que no siempre permiten el desplazamiento de todo tipo de personas, particularmente quienes tienen alguna discapacidad.


Llamado a la acción y conciencia
Un grupo de transeúntes que fue consultado por LA PRENSA, indicó que a quienes infrinjan los deberes deberán aplicarles sanciones establecidas en la Ley de Convivencia Ciudadana del estado Lara.
«A muchas personas se les olvida los deberes, esto es falta de conciencia, tanto del que para el carro en la acera como del que lanza las bolsas de basura», indicó Omar Fernández, vecino de Barrio Unión.
Aunque la ley no estipula alguna sanción sobre la limitación al paso de peatones, sí regula el comportamiento ciudadano.
La arquitecta Rangel sostuvo que para lograr un equilibrio entre la siembra de árboles y la durabilidad de las aceras se necesita la capacitación de los entes encargados y la sociedad en general, en el tema del arbolado urbano.
Eso permitirá usar especies nativas que se adapten a las variables físicas de la ciudad, reduciendo el estrés hídrico que provoca la exposición de las raíces y, consecuentemente, el deterioro de las aceras», comentó.


