AFP | LA PRENSA.- Yulimar Rojas destronó a la colombiana Caterine Ibargüen como reina del salto triple, una de las grandes alegrías que recibieron los venezolanos de sus deportistas durante 2017, en medio de la dura crisis socioeconómica.
“Sé que se van a acabar las peleas y las guerras entre hermanos venezolanos. Espero que esta medalla dé felicidad a mi país”, dijo Rojas tras ganar el oro en el Mundial de Atletismo, el 7 de agosto en Londres.
La atleta subía al podio luego de que protestas contra el gobierno dejaran en su país unos 125 muertos entre abril y julio.
Junto a la morena de 22 años y 1,92 metros de estatura, el beisbolista José Altuve y una nueva generación de jóvenes futbolistas regalaron sonrisas a los venezolanos, golpeados por la hiperinflación y la escasez de alimentos y medicinas.
Rojas, ganadora de la plata en los Juegos Olímpicos de Rio-2016 detrás de Ibargüen, dominó el Mundial con salto de 14,91 metros, dos centímetros más que la colombiana.
“Lo recordaré toda mi vida”, celebró luciendo una larga cabellera verde.
Tres meses después, con pelo corto y platinado, Rojas fue premiada como Revelación del Año por la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF).
Ha sido un ascenso meteórico, tras iniciarse en el salto triple en una improvisada fosa “bajo una mata de ponsigué” (fruto tropical), según contó a la AFP su primer entrenador, Jesús Velásquez.
Nacida en Caracas y criada en una humilde barriada de la ciudad costera de Puerto La Cruz, su próxima meta es el longevo récord mundial de 15,5 metros de la ucraniana Inessa Kravets (1995): “Sé que puedo”.
En el Mundial de Atletismo también ondeó la bandera venezolana gracias a Robeilys Peinado, de 20 años, bronce en el salto con garrocha (4,65 metros).
– Máquina de batear –
Y en un país donde reina el béisbol, Altuve mandó.
El segunda base de los Astros de Houston ganó la Serie Mundial como epílogo de una fantástica temporada, en la que ligó para .346 (el mejor promedio en las Grandes Ligas), con 39 dobles, cuatro triples y 24 jonrones, 81 carreras impulsadas y 112 anotadas.
Se llevó además el reconocimiento al Jugador Más Valioso (MVP) de la Liga Americana.
La Serie Mundial, conquistada por los Astros en siete juegos ante los Dodgers de Los Ángeles, “es la mejor experiencia que me ha tocado”, dijo Altuve, de 27 años, a su regreso a Venezuela.
Con 1,65 metros de altura, no tiene pinta de beisbolista, pero se agiganta cuando toma el bate.
Alfredo Pedrique, mánager con experiencia en las mayores, recordó ante la prensa sus orígenes. Un cazatalentos lo llamó cuando era director de la organización de Houston en Latinoamérica: “Me dijo que no me dejara llevar por su tamaño, que era un enano, pero una fiera haciendo swing”.
No se equivocó.
– Goles para el futuro –
Las jóvenes promesas del fútbol venezolano depararon otra gran emoción, al lograr un inédito subcampeonato en el Mundial Sub-20, en Corea del Sur, entre mayo y junio.
Jugadores como Adalberto Peñaranda, Wuilker Faríñez, Yangel Herrera o Yeferson Soteldo se ganaron la “admiración” del seleccionador vinotinto, Rafael Dudamel, y de todo un país.
Los ‘chamos’ respondieron también en la recta final de la clasificatoria sudamericana al Mundial de Rusia-2018. Venezuela estaba desahuciada, pero ellos ganaron protagonismo para demostrar que la historia puede ser distinta en el camino hacia Catar-2022.
El fútbol femenino también fue motivo de orgullo: Deyna Castellanos, de 18 años, estuvo entre las tres finalistas a la Jugadora del Año en los premios The Best de la FIFA.
Pese a esos logros, el deporte venezolano no estuvo exento de la crisis. Selecciones de voleibol, esgrima y sóftbol perdieron por inasistencia en torneos internacionales ante la falta de vuelos por un éxodo masivo de aerolíneas.
En tanto, los Juegos Bolivarianos, disputados en noviembre en Santa Marta (Colombia), marcaron el mayor tropiezo. Venezuela, que ganó ininterrumpidamente 13 ediciones entre 1961 y 2009 y perdió el mando en 2013, quedó a 119 oros de distancia del local (213 por 94).