Un hallazgo sin precedentes ha posicionado a Bolivia en el centro de la atención científica mundial. En el sitio conocido como Carreras Pampa, situado dentro del Parque Nacional Torotoro, un equipo de expertos ha identificado un total de 16.600 huellas de dinosaurios.
Raúl Esperante, paleontólogo español del Instituto de Investigación en Geociencias de la Universidad de Loma Linda y líder del estudio publicado en la revista Plos One, explicó que se trata de «la mayor concentración de rastros de dinosaurios registrada hasta ahora, en variedad y cantidad», superando la densidad de otros sitios famosos a nivel global.
Detalles del yacimiento y el pasado geológico
La investigación abarcó una extensa área de más de 7.400 metros cuadrados, donde no solo se encontraron pisadas, sino también 280 marcas de natación, huellas de aves y surcos dejados por el arrastre de colas.
Estos rastros se originaron durante el período Cretácico, hace entre 145 y 66 millones de años, cuando los animales transitaban por llanuras fangosas. El proceso de fosilización, que endureció los sedimentos de barro y arena hasta convertirlos en roca, permitió que estas marcas sobrevivieran el paso del tiempo hasta ser redescubiertas en la actualidad.
Aunque el sitio era conocido por los lugareños, el análisis científico riguroso se llevó a cabo entre 2019 y 2024. El proyecto involucró a más de 20 científicos de instituciones estadounidenses y bolivianas, como la Universidad Adventista de Bolivia, la Universidad Mayor de San Andrés y el Museo Nacional de Historia Natural Noel Kempff Mercado.
Para lograr documentar el sitio, el equipo limpió meticulosamente la superficie y utilizó tecnologías avanzadas como escaneos 3D y fotogrametría, contando siempre con la colaboración esencial de los guardaparques y residentes locales.
Diversidad de especies de dinosaurios y un patrimonio mundial
El estudio detallado de Carreras Pampa ha permitido vislumbrar comportamientos y una diversidad biológica nunca antes vistos con tanta claridad. Entre los hallazgos se destacan las huellas de saurópodos, gigantes herbívoros de cuello largo, y de terópodos, dinosaurios carnívoros bípedos de distintos tamaños. Aunque las especies específicas aún no han sido identificadas con exactitud, la variedad de rastros confirma la riqueza de la fauna que habitó la región.
Este yacimiento se une ahora a la lista de lugares emblemáticos para la paleontología, comparándose con sitios de renombre como Lark Quarry en Australia, Fumanya en España o Dinosaur Ridge en Estados Unidos. El trabajo liderado por Esperante demuestra que el territorio boliviano aún resguarda historias sorprendentes de «mundos perdidos», consolidando a Carreras Pampa como un tesoro invaluable para comprender la vida en la Tierra hace millones de años.