Daimar Díaz | LA PRENSA de Lara – Con un coche de bebé y dentro de él dos garrafones de agua, a diario el señor Franklin sale de su casa en busca de agua ya que esta no llega por tuberías a su casa.
Una pequeña plumita en la entrada del sector Maximino Rojas es la única alternativa que tienen las 78 familias que habitan en esta comunidad para poder surtirse con el vital líquido, pues pese a que en el sector llega el agua a diario, esta no sube hasta los hogares
«Ya se me olvidó lo que es bañarse con agua de la regadera, por las tuberías de las casas solo sale aire», comentó Franklin Fernández.
Hasta 10 viajes llevando tres o cuatro bidones deben hacer los habitantes de la comunidad para poder llenar una pipa de agua que solo les dura un día.
«Es fuerte porque cargar los botellones no es fácil y menos si lo que logramos llenar es una pipa que se gasta rapidito», agregó Raúl Mendoza.
Cada gota de agua vale oro, por eso quienes salen en busca del suministro se las ingenian no solo para trasladar los envases, sino también para evitar derramar el líquido, el uso de plástico y goma son algunas de las técnicas que implementan para tapar los botellones.
«Como no tienen tapas les hago una con plástico para que no se me bote porque si no llego con medio pote vacío», expresó Joel Suarez.
Hasta los niños acompañan a sus padres para ayudar a llenar los recipientes de la cocina pues el agua potable les resulta difícil de pagar. Los pequeños son quienes se encargan de llenar las botellas de agua.
«A los niños les gusta acompañarme, llenan los envases pequeños que usamos para beber, me ayudan y se entretienen a la vez», añadió Coromoto Ortiz.