Agencias | LA PRENSA DE LARA.- Una plaga de millones de ratones se ha extendido en casas y graneros, comercios y hospitales en Australia. Ante la crisis sanitaria, lugareños y autoridades buscan alternativas para disminuir la afluencia de roedores.
«Probablemente hemos atrapado 400 o 500 ratos por noche aquí en el cobertizo. La primera noche capturamos cerca de 7.000 cuando pusimos la trampa.» dijo preocupado un agricultor local.
La plaga arrasa con los cultivos, las semillas, el heno y las provisiones de los campesinos en el país. Han provocado incluso incendios en las casas. «Vienen aquí en busca de comida y un poco de comodidad, un lugar para esconderse, alimentarse y reproducirse», comentó Doug O´Connor, agricultor.
Videos de la invasión de roedores circulan por las redes sociales, provocando reacciones de miedo y asco en los visualizadores. Sobre todo, ante las condiciones insalubres que puedan estar pasando los habitantes, tomando en cuenta la plaga que representan las ratas y ante la pandemia por covid-19.
«Recuerdo que tenía bastante grano en un almacén de 400 toneladas de capacidad que estaba medio lleno, y se han comido cuatro y cinco pulgadas de la parte superior», precisó Terry Fishpoll, agricultor.
Un solo ratón puede tener hasta 10 crías cada tres semanas. Según expertos, el final de una época de sequía acabó con sus depredadores, por otra parte, la humedad del clima veraniego y las buenas cosechas favorecieron la propagación.
Lugareños intentan erradicar la plaga aplicando trampas, afirman que es «la peor plaga» a la cual se hayan enfrentado. La multitud de roedores ha causado una crisis nerviosa, los ratones se meten en las casas, se comen la comida y dejan excremento.
Norman Moeris, granjero de Gilgandra, dice que su granero de heno fue arrasado por los ratones, dejándole pérdidas por más de US$ 40.000.
«Si no tenemos un invierno frío y húmedo, me preocupa lo que va a para en primavera, si van a volver en número, los campos se van a multiplicar.» dijo Col Tink, agricultor. Las autoridades esperan que la temporada invernal de mayo a octubre reduzca el número de ratones.
El gobierno australiano anunció un plan para la erradicación pronta de la plaga, usando un anticoagulante extremadamente potente, sin embargo, grupos ecologistas se oponen ya que podría matar a los depredadores de los ratones envenenados absorbiendo las toxinas de los mismos.
«Es un arma de dos filos, al matar a los depredadores naturales, podría envenenarse los humanos a través de la cadena alimentaria. Nos vamos a meter en un gran problema en el futuro, no solo destruyendo nuestra biodiversidad, sino también nuestras defensas contra cualquier futura invasión de ratones» dijo Bill Bateman, profesor de la universidad de Curtin en Australia occidental.
Fuente: AJ+ Español