José D. Sequera – LA PRENSA de Lara .- Bocabajo y sin moverse quedó Hazel Colmenárez (38) después que cayera poco más de metro y medio de la cabina de una gandola de Lácteos Los Andes cuando la puerta se abrió accidentalmente mientras el vehículo de alta carga estaba rodando.
Según testigos, la gandola estaba transitando por la avenida Libertador de Barquisimeto a eso de las 11:00 de la mañana y dentro de la cabina habían al menos cinco trabajadores de Los Andes, cuando el máximo de capacidad es de tres.
Colmenárez estaba justo al lado de la puerta, sentada sobre las piernas de un compañero y, aparentemente, no cerró bien la puerta porque esta se abrió por completo, haciendo que ella cayera hacia el pavimento a la altura de la calle 54.
Afortunadamente el chofer de la gandola frenó enseguida, evitando pasarle por encima a las piernas de la mujer, pero ella no se movía, pero sí emitía leves gritos de dolor.
Quienes la acompañaban se bajaron de la gandola y llamaron una ambulancia de Protección Civil, y en pocos minutos los funcionarios llegaron y después de practicarle los primeros auxilios, la trasladaron al Hospital Central.