Euseglimar González | LA PRENSA de Lara.- El exceso de velocidad pudo ser el causante del trágico accidente donde murió Luis Ernesto Linárez, mecánico que salió ayer en la mañana a probar un vehículo, que recientemente habría reparado en su taller. El hombre de 43 años se desplazaba por la avenida Ribereña, frente a la urbanización Tarabana Plaza, junto a su pareja cuando impactó contra un camión, tipo cava.
A las 10:00 de la mañana Luis Ernesto se trasladaba en un carro Hyundai por la avenida Ribereña. Al parecer iba hacia su casa en Agua Viva, municipio Palavecino. Delante de él iba un camión Dodge, tipo cava, aparentemente, el conductor trató de cambiarse de canal, pero se percató que venía una camioneta y tuvo que girar el volante, rápidamente hacia el canal lento y según los testigos no le dio tiempo de frenar e impactó por la parte trasera a la cava.
Tras el impacto Luis Ernesto quedó atrapado entre el volante del carro y el asiento, mientras que Génesis Rodríguez, su esposa, estaba lesionada, pues presentó fractura en la pierna, codo y golpes en el abdomen y cabeza.
«Venía por mi canal, iba a una velocidad prudente y fue de repente que sentí el golpe y cuando me bajé vi cómo quedó el carro, traté de ayudarlos, pero no podía sacar al conductor», comentó el chofer del camión con el que impactó Luis Ernesto.
Los conductores corrieron para auxiliarlos, estaban desesperados porque no lograban sacar a Luis Ernesto, el hombre se quejaba del dolor y fue cuando decidieron llamar a la policía. Treinta y cinco minutos tuvieron que esperar para que llegaran funcionarios de Protección Civil (PC) y así poder sacar a Luis.
«Tardaron mucho para llegar, ese muchacho estaba vivo, pero nosotros no pudimos hacer más nada. Cuando lo sacaron él dio su último suspiro«, comentó uno de los testigos del accidente.
Con discapacidad
Luis Ernesto era una persona con discapacidad motora desde hace alrededor de 10 años, según comentaron sus allegados. El hombre no podía caminar y supuestamente con un bastón presionaba el freno y acelerador del vehículo.
Además, llevaba una sonda que se le notó cuando los funcionarios comenzaron a examinar las lesiones que había presentado, para luego montarlo en la furgoneta y trasladarlo hasta la morgue del Hospital Central.
«Aunque él tenía esa discapacidad era una persona muy activa y le gustaba trabajar. Qué lamentable como fue su muerte», soltó un allegado de Luis.
Desconsolados
«¡No, mi niño no!, ¡Por qué mi Dios, por qué nos pasa esto!», gritaba y lloraba desconsoladamente un familiar de Luis, mientras que le pasaba la mano por el cuerpo, que estaba tapado con una sábana.
A Luis lo conocían muchas personas, y apenas lo reconocieron fueron a avisar a sus familiares, quienes llegaron pocos minutos después del accidente. El mecánico residía en Villas de Canaán, de Agua Viva y presumen que se dirigía hacia su casa cuando sucedió el hecho.
«Nunca pensé tener que pasar por esto, ver a mi hermanito muerto», lloraba la hermana de Luis, mientras que era consolada por un hombre.
Sobre la salud de la esposa de Luis Ernesto, se pudo conocer que se encontraba estable y está recluida en el Hospital Central de Barquisimeto, pues presentó al menos dos fracturas.
El carro que estaba probado Luis y el camión con el que impactó fueron trasladados por la PNB hasta el estacionamiento municipal.