Osman Rojas | LA PRENSA.- Una mancha de sangre quedó sobre la acera. A pocos metros estaban dos conchas de bala, un par de botellas rotas y muchos curiosos. “Allí fue, cayó contra el portón”, se escuchaba. Un silencio total invadió la cuadra de la calle 11 con carrera 7 de San José cuando una comisión del Cicpc llegó al lugar.
“Era guardia y el otro su primo”, dijo una señora a los funcionarios cuando fue interrogada. En ese momento todo el mundo supo que allí fue asesinado Alexander Rafael Chávez, de 28 años y su primo Greivis Francisco (23), la madrugada de este domingo.
“Sólo escuchamos los tiros y después un alboroto. La gente salió corriendo, las motos picaron caucho y los carros apagaron la música. Todos se fueron a millón”, dice la informante, intentando escenificar el momento del crimen para los funcionarios policiales.
Aparentemente todo empezó a las 6:00 de la tarde de este sábado cuando en el antiguo Abasto Falcón (ubicado en la esquina de la carrera 11), empezó una verbena a beneficio de una mujer habitante de la comunidad.
La vendimia se desarrolló con total normalidad y terminó a eso de las 12:00 de la noche cuando el local cerró sus puertas; sin embargo, un grupo presente en la verbena quedó picado y se reunió en la acera de la misma calle. Música a todo volumen y botellas de alcohol reinaron en el lugar.
“No podíamos dormir. La música era insoportable”, relata una muchacha que reside en la calle en la que se perpetró el doble crimen.
La rumba había alcanzado el amanecer. Ya eran las 5:00 de la mañana cuando una discusión se prendió. Los empujones empezaron y un par de botellas volaron en el lugar. Una llovizna tenue caía en la zona y en cuestión de minutos la fiesta se convirtió en pelea hasta que, dos detonaciones se escucharon y el alboroto se detuvo.
“Los mataron. Están muertos. Ya no respiran”, se escuchó. Los presentes en la reunión se marcharon y los dos heridos quedaron tirados en el pavimento. Uno de los amigos presentes en el lugar se apiadó y decidió llevarlos a la emergencia del Antonio María Pineda.
Al lugar llegaron los dos muy malheridos. Chávez Camacho (el guardia nacional), murió a los pocos segundos de haber ingresado al centro médico mientras que su primo, Greivis Francisco, murió a los 30 minutos.
Vecinos de San José lamentaron la pérdida de los muchachos al definirlos como dos personas tranquilas y solidarias. Ambos vivían en el Barrio El Triunfo de Barquisimeto. La familia no dio mayores detalles.