La dama de 27 años era de Carora e iba de parrillera en una moto
Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.-& ;El favor le costó la vida. Una dama identificada como Yurilex Pérez salía de trabajar del central La Pastora de Carora, cuando un motorizado le ofreció la cola. Ella iba de parrillera, pero el final fue trágico cuando la repentina maniobra de otro motorizado les hizo impactar y la joven salió expelida. Sufrió traumatismo craneoencefálico y falleció a las pocas horas en el Hospital Central Antonio María Pineda.
Según familiares de la joven, el motorizado llegó a la central azucarera el pasado viernes aproximadamente a las 2:30 pm para dejar a otro trabajador que empezaría su jornada y en ese momento era la salida de la víctima de 27 años. El señor fue amable y le ofreció llevarla, pero se enteraron que cuando iban a pocos metros, específicamente en el sector Miranda, el otro motorizado que iba a su izquierda aceleró y de manera repentina se les atravesó robándole el canal. El conductor trató de esquivar, pero aún así le impactó en el caucho trasero. Ese golpe generó que Pérez saliera expelida y cayó malherida a pocos metros.
La chica fue auxiliada de inmediato y llevada al ambulatorio más cercano, donde le atendieron con los primeros auxilios y la remitieron a un centro privado. «Sabíamos que estaba grave, pero lograron realizarle todas las placas«, señala y lamenta que a las pocas horas su estado de salud se agravó.
Con toda la desesperación, la familia elevó sus oraciones y esperanzas para que el traslado al Hospital Central de Barquisimeto representara una posibilidad de vida. En una ambulancia privada es traída hasta el principal centro asistencial, pero los especialistas advertían que tenía severas complicaciones. Fueron tantos los daños en la humanidad de Pérez que falleció al poco tiempo de su ingreso.
Los familiares están conscientes que el motorizado no tuvo la culpa, sino la manera repentina en que se atravesó el otro conductor, quien apenas tuvo una lesiones leves y siempre se mantuvo consciente. Expresaron que la joven conocía al señor que le ofreció la cola y por eso aceptó que le adelantara el trayecto.
Ella tenía pocos meses trabajando en esa empresa y se desempeñaba como personal de mantenimiento, por lo que ejercía en turnos rotativos. Se caracterizaba por ser una mujer muy responsable y pese al poco tiempo allí, era muy apreciada por sus compañeros.
Deja una niño huérfano de 2 años y una familia destrozada por tan irreparable pérdida. Sólo piden fortaleza a Dios y así poder velar por el cuidado del hijo de esta joven.