Euseglimar González | LA PRENSA.- “Yo me quiero ir con él”, decía en medio del llanto el padre de Hubert Enrique Mujica Agüero (30) asesinado sábado 23 de diciembre en la madrugada en el sector Santa Bárbara del barrio Bolívar, al oeste de Barquisimeto.
El hombre tuvo un problema hace un tiempo con su vecino y este sería el que, presuntamente, lo mató.
Heiber Mujica, hermano del muchacho, contó que Hubert salió a las 7:00 de la noche de su casa, en Santa Bárbara, junto a su esposa, y se fue hasta la esquina en donde tendrían una fiesta. En la celebración también estaba el “vecino” con el que tuvo problemas meses atrás.
Relatan que la fiesta estaba buena, todos estaban tomando, pero a las 4:00 de la madrugada de ayer Hubert decidió ir al baño a orinar.
Fue justo en ese momento en que un hombre apodado el “Gocho de Mérida” lo apuñaló dos veces en el costado y espalda.
El hombre cayó malherido y la esposa de una vez corrió a auxiliarlo, entre varios amigos lo cargaron y lo montaron en un carro para trasladarlo al Seguro Social Pastor Oropeza. Cuando el joven fue ingresado sin signos vitales los médicos le dijeron que no pudieron hacer nada.
“El gocho fue el que lo mató”, se repetían los familiares ayer en la mañana. Aunque no especificaron qué tipo de problemas tenían, aseguraron que él presuntamente fue el que lo apuñaló. Contaron que el tipo luego de cometer el crimen se fue de la casa en donde era la fiesta.
Hubert era vecino del “Gocho”, él vive detrás de la casa de la víctima. El cuerpo del hombre fue trasladado hasta la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda.
Detallaron que Hubert y su esposa ya estaban a punto de irse a la vivienda, pues ya estaba amaneciendo y fue en ese momento en que lo asesinaron.
“Tanto que le dije que se cuidara”, le decía una mujer al hermano de Hubert, mientras lo abrazaba y lloraba desconsoladamente. Los familiares estaban muy afectados por la muerte del muchacho.
El padre de Hubert estaba sentado en la acera de la morgue, se llevaba un paño a la cara y lloraba, respiraba profundo y recordaba cómo era su muchacho. “Ahí me lo tienen tirado en el piso, parece que está dormido”, decía en medio de su dolor.
Funcionarios del Eje de Homicidios del Cicpc fueron hasta el sitio del suceso para colectar las evidencias e interrogar a los testigos del hecho. Al parecer, los “petejotas” fueron hasta la casa del “Gocho”, pero no lo encontraron.
La esposa de Hubert lloraba, ellos estaban casados desde hace varios años. Familiares contaron que comenzaron su relación desde que estaban en séptimo grado, tenían unos 13 años de edad. Un tiempo después formalizaron su relación y se casaron.
Allegados a la víctima comentaron que la mujer del consejo comunal del sector era “cómplice” pues, supuestamente, ella montó al “Gocho” en su camioneta y lo sacó del barrio.
Hubert tenía alrededor de tres meses trabajando como albañil en la Universidad Alma Máter. Un familiar contó que por la situación del país el muchacho tenía pensado irse a Colombia, por un tiempo.
Se pudo conocer que Hubert presentaba antecedentes por ocultamiento de arma, según el portar web del TSJ. En 2011 cayó junto a cuatro hombres más. El procedimiento fue en Mercabar y él andaba con esos hombres, cuando revisaron el carro encontraron el arma.
La víctima deja a dos niños huérfanos.