Lorena Rojas | LA PRENSA DE LARA.- Sin mediar palabras y sin poder defenderse, Oscar Manuel Méndez Mendoza, de 25 años, recibió un disparo en el rostro con una escopeta mientras se encontraba comiendo en un puesto de comida chatarra, en la avenida principal de la urbanización José Ángel Álamo, al oeste de Barquisimeto. La lesión provocada por el disparo le causó la muerte pocos minutos después de ingresar a la Sala de Emergencias del Hospital Central.
Según contaron los vecinos de la zona, Oscar habría llegado al puesto de comida chatarra con su novia que vivía cerca, cuando unos sujetos que iban a bordo de una bicicleta se bajaron y fueron hasta su mesa, y sin decirle ni una palabra le dispararon en el rostro, se volvieron a montar en la bicicleta y se fueron.
Las personas al ver lo que había ocurrido salieron despavoridas a esconderse y esperaron que se fueran los delincuentes que le habían disparado a Oscar para poder auxiliarlo y avisar a las autoridades. Al lugar, pocos minutos después llegaron funcionarios de Polilara y una ambulancia que montó a Oscar y lo llevó hasta el Hospital Central; sin embargo, por la gravedad de la lesión y la sangre que había perdido en la calle no pudieron hacer mucho por él y falleció.
Oscar recibió el disparo en la parte derecha del rostro y tuvo exposición de masa encefálica. Los vecinos también contaron que los chamos que iban en la bicicleta ya habían pasado varias veces por el puesto con una actitud sospechosa.
Aunque hasta el momento se desconocen las razones por las cuales Oscar fue asesinado, se presume que haya sido un ajuste de cuentas, aparentemente el muchacho «pichaba» a las personas de la comunidad para que fuesen robadas e incluso algunos habían sido sus víctimas. Funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), realizan las experticias correspondientes al hecho para determinar la causa del asesinato y los posibles culpables.
Sus familiares, al momento de estar el equipo reporteril de LA PRENSA en la morgue, no habían llegado para que dieran su versión sobre el hecho, reconocer el cuerpo, hacer el papeleo correspondiente para retirarlo y darle la cristiana sepultura.