José D. Sequera – LA PRENSA de Lara .- Cerca del mediodía, el féretro llegó a la funeraria Los Rosales, ubicada en la avenida Venezuela entre calles 19 y 20. Allí ya lo esperaba parte de su familia y sus allegados más íntimos para iniciar su velorio, manteniendo la urna de MDF cerrada para evitar las miradas curiosas.
De acuerdo al relato de personas que asistieron al velorio, antes de las 4:00 de la tarde, la familia de «El Diablo de la Silverado» cambió la urna de MDF por una de metal, porque la primera «era muy fea». Mientras caía la noche, un grupo de mariachis llegó a la funeraria para rendirle un pequeño tributo musical a Sánchez con rancheras de contenido cristiano.
Por políticas de la funeraria, los familiares del tipo se retiraron después de las 11:00 de la noche y regresaron antes de las 7:00 de la mañana de ayer para estar el mayor tiempo posible junto a su cuerpo antes de inhumarlo. El grupo de mariachis volvió a la funeraria para entonar otras piezas.
Cuando ya eran las 8:00 de la mañana, un grupo de seis allegados con los ojos llenos de lágrimas sacaron la urna de la funeraria, la montaron en el coche fúnebre y partieron en caravana hasta el cementerio Jardines Celestiales, ubicado en la vía Acarigua.
La caravana, integrada por seis carros y un autobús blanco, tardó 50 minutos en llegar al camposanto. Casi a las 9:00 de la mañana, el ataúd ya estaba al lado de la tumba en la que sería enterrado «El Diablo de la Silverado» rodeado de unas 40 personas, entre ellos los mariachis y un trío de guitarras.
Mientras algunos familiares grababan con sus celulares ese momento, un pastor evangélico dio una pequeña oración en la que pedía a Dios, perdonar a Sánchez por todo el mal que hizo en vida, y que lo aceptara en el Reino de los Cielos.
Los mariachis entonaron «Querido viejo» de Vicente Fernández, conmoviendo hasta las lágrimas a los presentes. Después los guitarristas entonaron «Levanto Mis Mano», del cantante cristiano Samuel Hernández, y con ese fondo musical, los sepultureros bajaron el féretro de «El Diablo de la Silverado» a su tumba de un metro y medio de profundidad.
En los siguientes 15 minutos, los allegados de Pablo Sánchez se calmaban unos con otros, hasta que finalmente abandonaron el cementerio en caravana. Donde ahora yace el cuerpo de él, sólo hay una capa de tierra y unas flores amarillas.
El monstruoso asesinato de Frarianny Quiroz (30) cometido por «El Diablo de la Silverado» la noche del pasado 13 de julio, se convirtió en el crimen más atroz y sangriento en Lara durante este 2019.
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