Anaís Mendoza | LA PRENSA.- Cometió un crimen por venganza y lo capturan. Kelvis José Querales de 25 años fue aprehendido por funcionarios del Cicpc. El tipo tenía una orden de captura por el asesinato de un joven en Sarare municipio Simón Planas.
El pasado 19 de junio Kelvis fue aprehendido por los detectives de la zona este de homicidios. Los “petejotas” venían investigando el caso hasta que dieron con el matón, y llegaron al sector La Miel del municipio Simón Planas para dar con él.
Como publicó La Prensa, el 30 de marzo Carlos Alberto Rodríguez García (18) fue asesinado de varios disparos. Su cuerpo, tirado sobre un charco de sangre y bocabajo fue hallado en el segundo cuarto de su propia casa.
Los vecinos comentaron que antes del día del crimen, tres tipos ingresaron a la vivienda por la entrada principal cuando casi era mediodía. La puerta estaba abierta, una vez adentro precisaron al joven en la habitación y uno de ellos le disparó en la cara.
Carlos Alberto cayó al suelo. En el cuarto sólo había una cama, un ventilador y un escaparate.
La familia al enterarse de lo sucedido se fue hasta el sitio para confirmar que se trataba de Carlos. La escena era grotesca y muy dolorosa para su familia. La primera que llegó a la casa fue una hermana, quien lo tapó con una sábana.
“Mire cómo me lo mataron. ¡Ay, Dios mío, qué dolor, mi hijo, por qué!”, decía con lágrimas en el rostro el padre de la víctima.
Por una venganza
Al parecer Carlos Alberto tenía una rencilla con Kelvis, quien enfurecido cometió el crimen por venganza. Sin embargo, no se supo el motivo por el cual los dos hombres tendrían una “vieja culebra”. Los vecinos comentaron ese día que después de escuchar la detonación, algunos curiosos se asomaron hacia la calle para ver qué estaba sucediendo y vieron cuando tres tipos salían de la casa de Carlos Alberto, uno de ellos era Kelvis.
La vivienda no estaba habitada, el joven iba todos los días a echarle un “ojo” para que los malandros no la fueran a desvalijar.
Al parecer, los tipos ya lo tenían “pillado” y le llegaron de sorpresa a la casa. La familia comenzó a sospechar que el crimen se debía a una venganza. El papá de Carlos contó ese día que vio a su hijo en la mañana.
«Me dio la mano y le dije que le iba a dar la plata para comprar la bolsa del CLAP”, soltó el hombre, se recostó a la pared y lloraba desconsolado la muerte de su muchacho.
Otra versión que se conoció es que el hermano de Carlos era quien tenía el problema con Kelvis, por eso cuando el matón lo fue a buscar a la casa lo encontró a él y sin contemplación lo asesinó.
“Mi muchacho no era dañado, no tenía problemas con nadie. Esto tiene que ser por otro problema con el que él no tiene nada que ver”, sostuvo el padre.
La casa que cuidaba Carlos estaba vacía. Sólo había unos peroles en el cuarto donde fue asesinado. Su familia se mudó hace unos meses a otra casa ubicada en el mismo barrio.
El joven no trabajaba y, según los familiares, lo único que le gustaba era jugar fútbol.
El padre de Carlos es conocido en Sarare como “sinfónico”, destacó el día de la muerte que crió a sus hijos con mucho esfuerzo.