María B. Jordán I LA PRENSA DE LARA.- La violencia en el hogar, escuela y la comunidad se puede evitar. Para eso hay que estar informados, saber cómo identificar casos de agresión y actuar, y hay que multiplicar el mensaje para ayudar a otros, pero lo más importantes es aceptarlo y buscar ayuda, según profesores y miembros de Organizaciones No Gubernamentales (ONG) conocedores de la materia.
Luisa Pernalete, coordinadora de Educación para la Paz en Fe y Alegría, explicó que por medio del programa Madres Promotoras de Paz de este movimiento de Educación Popular y Promoción Social, buscan que no sólo estas mujeres sean representantes de una institución educativa, sino también sean líderes en su comunidad y en el hogar con herramientas para promover la convivencia pacífica que enseñ;an en talleres.
Para evitar la violencia intrafamiliar o en la comunidad se deben establecer normas claras con familiares o vecinos para la convivencia, en las que se incluyan tanto derechos como deberes, que ayuden a poner límites a la conducta, pero es importante que sean aceptadas por todos. También es aplicable en las instituciones educativas.
De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), también se debe manejar las emociones, comunicarse mejor, mostrar afecto y educar sin ejercer violencia, porque eso tiene un impacto en los niñ;os.
Lo primero es crear un clima de confianza para que el niñ;o o adolescente diga si está siendo víctima de violencia en la escuela, en el hogar o en su comunidad, lo que ocasiona cambios de conductas o actitudes. También aplica a los adultos.
En cuanto a las instituciones educativas, la profesora Johanny Ereú, dijo que en la escuela Juan XXIII, en la comunidad La Pastora, al oeste de Barquisimeto, trabajan este tema con los estudiantes «con fichas que abarquen valores que se basan en el respeto y la no violencia».
Ereú explicó que estudiantes de quinto añ;o hicieron el proyecto «Una escuela que impacta», en el que dictaron charlas y actividades para promover la cultura de paz, derechos humanos y la no violencia. Añ;adió que este añ;o están formando a Madres Promotoras de Paz todos los viernes, con el objetivo de implementar estrategias para la construcción de paz dentro y fuera de las aulas.
Gerardo Pastrán, directivo del Proyecto Juvenil Misionero (Projumi), señ;ala que la violencia intrafamiliar y callejera se está dando mucho y no sólo abarca el maltrato físico con golpes, sino también el psicológico a través de insultos, regañ;os y calificativos negativos. Destacó que «el primer paso es aceptar y no justificar la violencia», luego buscar expertos en psicología para recibir terapia y asesoría.
Cuando en la calle «la gente que está manejando insulta o pelea con otro es violencia», dijo Pastrán, y si no se controla o previene puede «pasar a mayores».
En 2023, en Projumi atendieron 45 casos de jóvenes violentos, de 13 hasta 17 añ;os. «El mal uso de las redes sociales genera adolescentes violentos, además de las conductas de la casa que reproducen en la calle.
Nelly Cuenca, del Centro de Resolución de Conflictos del Colegio de Abogados, además coordinadora del Departamento de Derecho del Decanato de Ciencias Económicas y Empresariales (DCEE) de la UCLA, dijo que tienen dos programas formativos de 50 horas académicas gratuitos para profesionales, líderes de comunidades y público en general sobre la diversidad y la garantía de los derechos de las personas. Además, un diplomado de pedagogía en democracia transicional y derechos humanos, dando herramientas para diálogos sociales y la comunicación no violenta.
Cuenca dijo que el reto más grande de la humanidad es aprender a convivir de manera pacífica y eso lo logran a través de la comprensión, aceptación y respeto al trabajar un conflicto, pero también para respetar la diversidad «porque hay que reconocer que somos diferentes y no pensamos igual, no hay que discriminar, maltratar ni exterminar por eso».
Tipo de violencias
Está la física que es cuando una persona golpea a otra o lo empuja, le lanza objetos que lo puedan lastimar; también está la psicológica o emocional, que buscan controlar los comportamientos e incluso las creencias con intimidación, manipulación, amenaza o humillación.
La sexual, todas las relaciones o actos sexuales, físicos o verbales no deseados ni aceptados por la otra persona. La violencia económica que utiliza el dinero para dominar o establecer relaciones de poder, o cuando una persona le quita el dinero a otra o le impide gastarlo en su familia o para beneficio propio.
La violencia de género mayormente es contra las mujeres, cuando un hombre se aprovecha de sus desigualdades o indefensión.