Agencias | LA PRENSA DE LARA.- La ciudad colombiana de Cúcuta cuenta los días para la reapertura total de la frontera con Venezuela, una promesa de campañ;a del presidente electo, Gustavo Petro, que se espera concrete después del 7 de agosto, día en que asumirá el cargo.
Cúcuta, capital del departamento de Norte de Santander, es el principal paso en los 2.219 kilómetros de frontera común, que en el pasado fue la más dinámica del país con una intensa actividad comercial venida abajo en los últimos siete añ;os por las diferencias políticas entre los dos gobiernos.
La frontera fue cerrada a la circulación de vehículos en agosto de 2015 por el presidente venezolano, Nicolás Maduro, que luego rompió relaciones con Colombia en febrero de 2019, una diferencia que empieza a quedar atrás con la elección del izquierdista Gustavo Petro, con quien tiene más afinidad que con los antecesores de este.
Distorsión fronteriza
«Esto no puede volver a suceder, llevamos siete añ;os con una frontera distorsionada y diferente a como la conocimos. La reapertura no da espera», dijo a Efe el presidente de la Asociación Intergremial de Norte de Santander, Carlos Luna.
Según Luna, hace tres añ;os los gremios de Norte de Santander y del estado venezolano de Táchira empezaron a coordinar acciones para cuando se reabra completamente la frontera por donde actualmente solo es posible transitar a pie y horas determinadas por las autoridades venezolanas.
Uno de los logros de esos acercamientos fue «sacar a la gente de la trocha y ponerla a pasar por el puente», donde los peatones, con documentos en mano, tienen que sortear los controles de la Guardia Nacional venezolana y la Policía colombiana si quieren llegar hasta Cúcuta en busca de víveres o servicios que no consiguen en su país.
En las épocas de clausura total del puente internacional Simón Bolívar, el principal de los cuatro que comunican a los dos países en esta zona, los venezolanos arriesgaban la vida atravesando el río Táchira y pagando a grupos armados organizados y a contrabandistas que controlaban los pasos ilegales.
«No era justo que millones de personas tuvieran que pasar por el río, por las trochas, por las diferencias políticas desde Bogotá y Caracas. Muchas personas murieron asesinadas, fueron extorsionadas y desaparecidas», agregó Luna.
Hora de normalizar
La alegría por la reapertura prometida por Petro la expresan venezolanos como Wilson Roberto Vadillo, quien vive en San Antonio del Táchira y usa a diario el puente Simón Bolívar para llegar a Cúcuta y abastecerse de alimentos.
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EFE