AFP | LA PRENSA.- Corea del Norte inició este lunes tres días de duelo oficial en homenaje al líder cubano Fidel Castro, un «amigo cercano» y un aliado heroico en la lucha contra la agresión estadounidense, según Pyongyang.
Las banderas flameaban a media asta en todos los edificios oficiales del país para honrar una amistad más cercana en la retórica que en la realidad.
El líder norcoreano Kim Jong-Un envió un mensaje de pésame a Cuba, tras la muerte el viernes a los 90 años de Castro, un «amigo cercano y compañero» del pueblo coreano.
Una delegación oficial encabezada por Choe Ryong-Hae, vicepresidente del Comité Central del Partido del Trabajo de Corea del Norte, partió el lunes rumbo a La Habana para participar en el funeral de Castro.
En el metro de Pyongyang, los pasajeros se agolpaban frente a una vitrina para leer el obituario de Fidel Castro publicado por Rodong Sinmun, el diario del partido comunista norcoreano.
Junto a una foto de Castro con barba y uniforme militar, el diario recordó la visita del revolucionario al país asiático en 1986, cuando conoció al fundador de Corea del Norte, Kim Il-Sung.
En esa ocasión, Fidel Castro recibió el título de «Héroe de Corea del Norte» por sus esfuerzos para fortalecer las relaciones entre ambos países y su lucha «antiestadounidense y antiimperialista».
«Fue un gran revolucionario. Hasta el último minuto apoyó y defendió nuestra revolución y luchó intensamente por la independencia antiimperialista y contra Estados Unidos», dijo a la AFP Kim Hong-Chol, un profesor de literatura jubilado al recordar la visita de Castro.
A pesar de su larga permanencia en el poder, Fidel Castro efectuó una sola visita a Corea del Norte, lo que marca una cierta distancia cultural y política.
Por su parte, ni Kim Il-Sung ni su hijo y sucesor Kim Jong-Il -que tenía pánico del avión- nunca viajaron a La Habana.
En los años setenta, Cuba y Corea del Norte fueron rivales en el Movimiento de los Países No Alineados. Castro era aliado de la Unión Soviética, mientras que Kim Il-Sung se mantenía equidistante de la disputa entre la URSS y China, las grandes potencias comunistas.
En 2003, en una de sus últimas giras internacionales, Castro asistió a una cumbre de los No Alineados en Malasia y en el viaje de regreso visitó China, Japón y Vietnam, pero se abstuvo de ir a Corea del Norte.
Sin embargo, a pesar de la falta de sintonía entre los dirigentes, Cora del Norte y Cuba, ambos sancionados por Estados Unidos, seguían siendo aliados como lo demostró el caso del buque «Chong Chon Gang».
En 2013 Panamá interceptó ese carguero norcoreano que transportaba desde Cuba hacia Corea del Norte armas y aviones de combate escondidos bajo un cargamento de azúcar.
A pesar de las afirmaciones de ambos países de que se trataba de armas para ser reparadas, el buque continuó su viaje a Corea del Norte sin su cargamento.