Los habitantes de la parroquia Unión están de celebración este 17 de diciembre, al conmemorar el inicio de su historia hace 60 años, cuando se fundó como municipio. A pesar del tiempo, se mantiene ahínco de su gente, quienes conservan sus principios de organización, convivencia y desarrollo. Este populoso sector se caracteriza por su trazado original en cuadrículas, similar al centro de Barquisimeto, y en la actualidad está conformado por alrededor de 200 barrios distribuidos en 19 comunas registradas.
El visitante de esta parroquia de Iribarrren, al recorrer las calles principales de sus barrios se identifica con sus pobladores que por esencia son trabajadores, quienes defienden la importancia de la comunión de intereses para apostar a la calidad de vida. Tiene sectores en los que se puede conseguir desde una bodeguita hasta grandes industrias, además de abastos, panaderías, centros asistenciales, laboratorios y tiendas.
Gerardo Pérez, cronista, dijo que hoy honran aquel 17 de diciembre del año 1965, cuando Unión se establece como municipio y que, luego, en 1989, pasó a ser parroquia. Destaca la influencia de la zona industrial en la mentalidad de sus ciudadanos de progreso, cuyos primeros habitantes provenían de la migración de zonas rurales, en busca de viviendas para poder instalarse como masa trabajadora del sector manufacturero.
Unión: el nombre de un sentimiento colectivo
Así lo confirma Orlando Pérez, quien se dedicó a investigar acerca de los orígenes de esta populosa jurisdicción de la capital larense, de los que se puede conocer en su libro «Cartas de barrio», publicado en el año 2011. Un estudio que inició recopilando testimonios de los pobladores de la década de 1940, cuando Barquisimeto apenas se estaba extendiendo hasta la actual calle 37.
Señala Orlando Pérez que este espacio era a las afueras de una ciudad en pleno desarrollo, que antes era paso de arrieros y que empezó a poblarse con personas provenientes de El Tocuyo, Carora y otros lugares lejanos. Confiesa que tuvo la dicha de entrevistar, ya de avanzada edad, a José Nazario Méndez, quien fue síndico municipal y en el año 1946 apoyó a las primeras 428 familias que fundaron el lugar. No tenía nombre y discutían entre la posibilidad de llamarlo Barrio del Proletariado o Barrio La Salle (por las contribuciones de los hermanos de La Salle) y que finalmente, luego de varios años, se denominó como Unión, debido a que sus habitantes se ayudan entre sí.
Lo describe como de un clima fresco, con sus cardones, cujíes y como un parque a cielo abierto, entre conejos, perdices, loros y abundantes grillos. Las travesías y el peligro se fusionaban en la quebrada La Ruezga, en la que para ese momento se podía bañar, pero a riesgo por su suelo arcilloso, como arena movida que podía hundir al más experimentado nadador.
Identidad, arquitectura y tradición popular
No tenían servicios públicos y en la carrera 4 entre calles 4 y 5 estaba el tanque, con varias «plumas» (grifos) de donde cargaban el agua en carretillas, algunos pagaban una locha a los jovencitos para que les llenaran las pipas.
Inicialmente, la zona albergó empresas dedicadas a la destilería y grandes aserraderos, impulsando su crecimiento. Esta evolución alcanzó un hito arquitectónico a finales de la década de 1990 con la construcción del Centro Comercial El Recreo. Este edificio, una de las obras cumbres del maestro arquitecto Fruto Vivas, está recordado por su concepción de ventilación natural, que tristemente fue ignorado y sustituido por aires acondicionados.
El cronista Gerardo Pérez resalta otros lugares emblemáticos de la parroquia, como la estación del ferrocarril, El Cerro La Cruz en El Trompillo, lugar de encuentro en Semana Santa y el Día de la Santa Cruz, iglesia Santa Cruz con la santa reliquia, entre otros. También resaltan personajes populares, como Mauro Rodríguez, Ramón Camacaro Petit, José Pérez y María Rodríguez, parte de una larga lista de quienes son de la historia de Unión.