Jennifer Orozco | LA PRENSA de Lara.- A las 6:30 de la mañana más de siete madres procesadoras llegan a las escuelas del circuito Arturo Michelena que comprende escuelas de los sectores Ruezga Norte y Ruezga Sur. Ellas trabajan arduamente hasta las 2:00 de la tarde, haciendo más de 400 almuerzos para que los representantes de los estudiantes los retiren y así darle continuidad al Programa de Alimentación Escolar (PAE).
Dilyalis Ollarves, coordinadora de las madres procesadoras en la Unidad Educativa Carmen Fernández de Leoni, asegura que han cumplido con todas las normas de aseo y protección ante el Covid-19, siendo que usan tapabocas y guantes; cada representante lleva su envase para comida y una sola madre es quien recibe y entrega.
Son 453 almuerzos que entregan formalmente, pues esa es la matrícula de la escuela y además entregan otras 20 comidas para personas necesitadas de la misma comunidad.
Directiva y personal docente supervisan que se cumplan las normas y además que los representantes retiren sus comidas solos, sin los niños. Aseguran que mientras esté la contingencia, ellos estarán prestos a seguir trabajando y alimentar a todos los estudiantes de la institución.
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