Guiomar López& ; | LA PRENSA DE LARA.- Se habla de hipertensión como si se tratara de una simple patología, pero la falta de control puede desencadenar en una enfermedad cerebrovascular y causar daños severos. Su prevalencia se ubica en tres de cada 10 de los pacientes de Ascardio, sin ignorar los riesgos por diabetes y de hábitos perjudiciales que atentan contra la vida. La necesidad de evitar daños mayores sigue latente, por lo que Lara registra la colocación gratuita de más de 100 marcapasos en el hospital Luis Gómez López en lo que va de 2023.
Especialistas llaman a la prevención y a respetar el control permanente, a evitar exponerse a confiar en la efectividad de un tratamiento de vieja data y se ignoren otros factores como el estilo de vida del paciente, incluso determinados cambios que dejan sin efecto la posología (dosis y frecuencia del tratamiento). Es un contexto multifactorial, en el que las alteraciones pueden empezar por los cambios bruscos de la temperatura ambiental, estrés y obesidad. Y hay casos que amerita un tratamiento complementario, de acuerdo a la clínica.
«Lara no se aleja de la realidad mundial con la hipertensión entre las causas más comunes«, precisa Edson Hernández, cardiólogo y director del hospital Luis Gómez López, sobre ese 30% de repercusión que registra Ascardio y recordando que se tiene la influencia del sexo, con hombres más vulnerables a enfermedades coronarias, así como mayor probabilidad por la edad avanzada y por herencia, con padres jóvenes que han sufrido infartos.
Precisa que se puede modificar la incidencia de la hipertensión con la vigilancia médica, dieta balanceada, realización de ejercicios físicos y evitando el cigarrillo o tabaco. Aclara que sólo asocian al consumo de grasa a la obstrucción coronaria, pero el consumo excesivo de carbohidratos -y que es tan común en la harina- también se deposita en las arterias y genera síndromes coronarios como angina, con la afectación parcial del músculo y en caso extremo con infarto, cuando muere el músculo cardíaco. La diabetes también causa daños que termina propiciando una insuficiencia cardíaca con la pérdida de capacidad del corazón.
Puede ampliar esta información en nuestra edición impresa de este lunes 28 de agosto.