Durante la jornada de este 14 de enero la fe se desbordó en las calles de Barquisimeto con la procesión N°167 de la Divina Pastora. Según informó el gobernador Adolfo Pereira, aproximadamente 2.780.000 feligreses de todo el país se congregaron para acompañar a la sagrada imagen en su tradicional recorrido desde el pueblo de Santa Rosa hasta la Catedral metropolitana de Barquisimeto.
Desde tempranas horas de la mañana, los devotos abarrotaron las calles de la ciudad, portando imágenes, rosarios, y elevando plegarias por la paz y el bienestar de sus familias. La procesión fue una verdadera muestra de unidad y esperanza, donde el fervor se hizo presente a lo largo de los 7.5 kilómetros de recorrido.
«Lara se convirtió en el estado religioso de Venezuela», expresó el gobernador Pereira, destacando la importancia de este evento para la región. «La visita de la Divina Pastora nos llena de alegría y nos fortalece como pueblo», agregó.
La organización del evento fue impecable, gracias a la articulación de los organismos de seguridad y prevención ciudadana. El general de división Endes Palencia, viceministro de Seguridad Ciudadana y Paz, destacó el despliegue de más de 14 mil funcionarios en 600 unidades móviles, quienes garantizaron la tranquilidad y el orden durante la procesión.
«A pesar de la gran cantidad de personas, pudimos atender de manera eficiente cualquier eventualidad», afirmó Palencia. «Nuestro compromiso es brindar seguridad a todos los venezolanos, especialmente en eventos tan importantes como este».
La seguridad se garantizó en la procesión de la Divina Pastora
Además de la seguridad, se prestó atención a las necesidades de los fieles. El viceministro para la Gestión de Riesgo y Protección Civil, Almirante Juan Carlos Oti Paituvi, informó que se atendieron 179 personas por motivos de salud, principalmente casos de deshidratación e hipertensión. Asimismo, se logró reunir a 27 personas que se habían extraviado.
La visita de la Divina Pastora es mucho más que una procesión religiosa para los larenses. Es una muestra de la fe, la esperanza y la unión de un pueblo que venera a su patrona. Los fieles expresaron su agradecimiento a la Virgen por las bendiciones recibidas y renovaron su compromiso de seguir sus enseñanzas.
