Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- La economía informal puede ser una ruleta para quienes buscan una salida que les pueda garantizar el sustento de su casa, incluso pasar todo el día caminando o en triciclo para ofrecer su mercancía. Dicen que como mínimo deben vender el equivalente a $4, para así regresar a casa con víveres para la alimentación del día a día. Tal como lo destacan los economistas, al reiterar ese contexto del 90% de pobreza a nivel nacional que se acentúa en un 80% muy crítica.
Alonso Guevara tiene la piel reseca y ya ni siente el inclemente sol, viene desde Yaracuy a vender granos; su meta es un saco diario, el cual ofrece a Bs. 5 por kilo, pero en varias ocasiones apenas llega a vender $4, los cuales dispone para comprar en el abasto donde los víveres son más económicos. «Uno se esfuerza por la familia«, dice por la responsabilidad con sus 3 hijos.
Otro comerciante informal recorre& ;casi todo el centro de Barquisimeto caminando. Natividad Manzanilla, quien con una cesta se dispone día a día a ofrecer champú en papeletas, lápices, lapiceros y demás artículos que le permitan complementar su ingreso con la pensión. Asegura sólo contar con el apoyo de sus hermanas.
El caso de Román Medina se resume en 7 años de trajinar en la calle, con un triciclo armado por él mismo. Luce sombrero y abrigo para cubrirse del sol mientras escucha música en una corneta adaptada al cuadro de su original vehículo. Ofrece paquetes de tostones condimentados con concentrado de limón, aparte café, catalinas, cigarrillos y una cesta con chupetas. «Uno trata de tener mercancía surtida y así tener varias opciones», confiesa que realiza sus recorridos por las vías principales y se estaciona durante varios minutos en los lugares más concurridos.
Esto lo expone el economista, Édgar Urbáez, como «las limitaciones para adquirir los productos de primera necesidad, porque el ingreso es bajo», así como «es el resultado del manejo errado de las políticas económicas del Gobierno, cuando otras economías del mundo estiman los ingresos por encima del índice de inflación», recuerda.
Finaliza que se han asumido políticas que obligan a las empresa a salir de la mano de obra, lo que acentúa el incremento de determinados impuestos. Sin embargo, surge la contradicción con la exoneración en importaciones.