Jesús Pérez | LA PRENSA DE LARA.- Los hogares de la feligresía larense se han convertido en un pequeño santuario domestico durante la Solemne Bajada de la Divina Pastora. La sagrada imagen bajó este miércoles de su nicho entre cantos marianos y sobre los hombros de sus cuidadores para estar más cerca de sus fieles y marcar el inicio de su peregrinación el 14 de enero.
La Basílica de Santa Rosa fue parte el epicentro de la fe católica en la región al celebrarse la eucaristía de la Solemne Bajada de la Pastora de las Almas sin la presencia de la feligresía debido a la pandemia de coronavirus. Sin embargo, el acto fue transmitido por medios locales, redes sociales y el canal de YouTube de la Arquidiócesis de Barquisimeto donde reunió a más de 1.500 espectadores.
«Ven María desde tu trono y baja hasta nuestras vidas con tu hijo en brazos. Vuelve a mostrarnos como esperanza de los pueblos para que la vida se fundamente en tu palabra», expresó el Monseñor Manuel Felipe Díaz, arzobispo de Calabozo, quien presidió la eucaristía por petición del Monseñor Víctor Higo Basabe, administrador apostólico de la Arquidiócesis de Barquisimeto, al no poder asistir al acto por problemas de salud.
El lema que lleva consigo esta visita número 166 a Barquisimeto es «Divina Pastora, reina y madre de la familia de Dios en comunión, participación y misión».
«Damos inicio a las actividades que tienen como centro la visita anual de la Divina Pastora a Barquisimeto. La bajada se ha convertido en el primer capítulo de los homenajes que el pueblo del estado Lara le ha rendido a su patrona sentimental», dijo el Monseñor Díaz.
Las principales oraciones elevadas a la sagrada imagen se enmarcaron en la búsqueda de una solución definitiva que elimine la pandemia del coronavirus y la paz en el pueblo venezolano.
«La iglesia quiere ser responsable y no exponer a los devotos a más contagios que se congregan no por miles sino por millones en la procesión más concurrida del país. Hay que tener paciencia y orar a Dios para librarnos de esta pandemia y las limitaciones que nos ha impuesto», continuó.
«Te pedimos Divina Pastora consuelo para todos los que están confundidos y lloran por la pérdida de sus seres queridos por la pandemia. Infunde confianza a quienes viven bajo temor de un futuro incierto. Protege a los enfermos y a todo el personal de salud que en este periodo de emergencia arriesgan sus vidas para salvar otras. Ilumina las mentes de los hombres y mujeres de ciencia para que encuentren soluciones adecuadas y busquen soluciones ante el virus», agregó Monseñor Díaz.