LA PRENSA DE LARA.- CUATRO triunfos en hilera y una derrota de los Rangers bastaron para que los Astros se colaran hasta el comando de la división oeste, su sexto título en los siete años recientes. De tal manera los actuales campeones del mundo no tendrán faena como comodines y volverán a la acción el siete de octubre ante el ganador de la serie entre Toronto y Minnesota. El cuadro sideral finalmente mostró el temple que los ha caracterizado bajo la égida de Dusty Baker. ¿Cuál es el favorito en cada liga? Pareciera que los propios Astros y los increíbles Bravos de Atlanta, estos últimos ganadores de 104 juegos con una gama de records en su haber, entre ellos empatar la cantidad de jonrones de un equipo en la temporada (307), demostración espectacular con un slugging de .501 en colectivo. Ahí están los Dodgers, acostumbrados a ganar en su grupo, con una escuadra notable, llena de figuras y con roce inmenso en estas instancias. Hay que hablar de los Orioles, que pasaron de colistas a ganadores de 100 juegos, o los mismos Rangers, que vienen de años duros y ahora, aunque despojados a última hora del título divisional, llegan con ansias y un bateo excepcional. Texas — que no llegaba a la postemporada desde el 2016 — la tiene difícil en batalla de comodines ante los rendidores Rays, club que sabe jugar a la pelota y que fue segundo del este — con 99 victorias — porque Baltimore estuvo insufrible en la parte concluyente de la zafra y aguarda precisamente por el ganador de la llave Texas-Tampa….. DEL otro lado, los Dodgers esperarán hasta el día siete para jugar contra el vencedor de la yunta Cerveceros-Arizona. Otra vez los azules tomaron las tres cifras en ganancias y siempre serán contendores de rigor. Los Bravos estarán de asueto hasta saber quién gane entre los Marlins y los Filis, estos últimos finalistas en 2022 ante Houston y volvieron a entrar por la cocina.
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& ; & ; & ; TERMINA un calendario excitante. Temporada de ensueño no imaginada. Títulos, records, hazañas, tiempo de recoger una cosecha abundante con una legión que enorgullece. Los muchachos de la patria se han encargado de marcar topes que no será fácil igualar o superar. El 40-70 de Ronald Acuña probablemente aguarde muchos años para que sea acosado, igualado y, mucho menos, rebasado. Es que el 40-40 quedó minimizado por el talante retador del joven de La Sabana, un pelotero cuyo desarrollo posterior no alcanza a entrar en la mente de quien conozca este juego de pelota. Parece que no tiene metas específicas sino un campo abierto para intentar hechos rotundos como los ahora impuestos. Termina la ronda regular con average solo menor al de su compatriota Luis Arráez. Acuña ha expuesto las cinco herramientas en su máxima expresión. Se convirtió en el jugador del año, candidato máximo — para algunos indiscutible — al premio de MVP que con toda justicia le corresponde. Es tempestuoso en el terreno, inimitable y desafiante, dicho esto en los mejores términos. Concluye con números de espanto, guarismos para guardarlos en las mentes de quienes seguimos este apasionante juego. Su septiembre fue arrollador (.343, 11HR, 23CE, 11 robos) para terminar de bordar una zafra estelar…..UN yaracuyano se ha encargado de mostrar otras virtudes maravillosas. Nadie nunca antes había ganado títulos de bateo en ambas ligas en años consecutivos. Del .316 en la Americana saltó al .354 en la Nacional, brinco fabuloso que los entendidos admiran. Y estamos hablando de un torneo en el cual solo nueve bateadores, sumando ambas ligas, conectaron sobre los trescientos, solo cuatro de ellos encima de .310. Por eso el .354 brilla con luz propia junto al .338 de su paisano Acuña. El ojo mágico del nativo de San Felipe deslumbra por la manera rápida para sacar el madero, la capacidad para darle a pitcheos dentro y fuera de la zona, esparciendo las conexiones hacia todos los confines del campo. Por eso lo llaman «la regadera». Terminó con 203 cohetes y una base por bolas más (35) que los ponches recibidos (34), sonó 43 extrabases y aumentó a diez el número de cuadrangulares, exhibiendo en ocasiones un poder que no había presentado antes. El uno-dos con «el abusador» en los averages máximos del circuito es también una nota sobresaliente en el acumulado nacional en MLB.
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& ; & ; & ;TODO lo anterior se suma a lo expuesto anteriormente en anterior columna y con amplitud sobre Miguel Cabrera, cuyo adiós a los diamantes se registra con nostalgia. Ya de sus numeritos hemos disertado y se ha mostrado la avalancha de hechos históricos que asienta en el bagaje de MLB. No recordamos una despedida tan sentida y generosa. El reconocimiento es general y notable. Los aplausos interminables y las ovaciones en todos los treinta parques del estrato mayor no han tenido parangón, ni siquiera con astros de igual o mayor legado. Deja Miggy un tejido bordado con un madero respetado, guarismos de alcance formidable dignos de Cooperstown, donde debe aterrizar, esperamos, en el menor tiempo posible.
@alfonsosaer