Euseglimar González | LA PRENSA.- Un jovencito murió el lunes 17 de julio en la noche tras ser mordido por un perro en varias partes de su cuerpo. El hecho ocurrió el lunes en la mañana en El Manzano, luego de nueve horas de agonía el adolescente murió.
El adolescente, de 14 años, llegó a la casa de un vecino en la plazoleta de El Manzano a las 10:30 de la mañana del lunes junto a su hermano, detallan que el “Niño” como le decían sus familiares ingresó a la vivienda y llevaba en sus manos un palo.
La madre del adolescente estaba en una reunión en la plazoleta y los dos hermanos se fueron a la casa del vecino a esperarla.
Relatan que cuando el perro, de raza Akita, lo vio de una vez le gruñó, el “Niño” corrió y el perro lo persiguió. Al alcanzarlo comenzó a morderlo por la espalda, el jovencito intentaba quitárselo de encima, pero no podía. El hermano trató de ayudar, pero el perro no obedecía.
El perro le mordió la espalda, el brazo y las dos pantorrillas. Fue en ese momento que llegó el dueño del perro y se lo quitó. El adolescente fue trasladado de inmediato al ambulatorio de la zona, pero los médicos le indicaron que no podían hacer nada por falta de medicamentos.
La doctora que lo atendió en el ambulatorio lo trasladó de inmediato en ambulancia hasta el Hospital Central Antonio María Pineda. El “Niño” llegó con vida, los médicos comenzaron a revisarlo, indican los familiares que él botaba mucha sangre, pues las dos pantorrillas fueron devoradas por el animal.
Según los familiares, al “Niño” le hicieron siete veces transfusión de sangre y le dieron tres infartos, el último fue el mortal. Tras nueve horas de agonía el jovencito murió en la Emergencia del hospital.
Ayer en la mañana los familiares del jovencito estaban en la morgue del hospital, lloraban por la lamentable pérdida. Detallaron que el adolescente luchó por su vida hasta el último minuto, pero que botó mucha sangre.
El dueño del perro contó que el animal no era agresivo y que es primera vez que pasa algo así, detalló que tras el hecho aisló al perro y lo mantiene amarrado a la espera de las investigaciones sobre lo ocurrido.
“Aún no sé qué voy a hacer con el perro. Voy a esperar que me dicen las autoridades”, comentó el propietario del animal ayer en la morgue.
Cuentan que los vecinos, en donde estaba el perro, son como una familia para los parientes del jovencito de 14 años. Ayer su hermano lloraba al contar los hechos de cómo murió el joven.