Euseglimar González | LA PRENSA DE LARA.-& ;Desde un carro blanco precisaron a Simón Mendoza, de 46 años. Un hombre se bajó y a una cierta distancia comenzó a disparar contra la víctima, quien se encontraba reparando un vehículo en el garaje de una casa, ubicada en el barrio La Apostoleña.
El sábado en la tarde, Simón llegó hasta el sector 3 de La Apostoleña porque iba a reparar un vehículo. A las 4:30 de la tarde, Simón estaba debajo del carro y fue allí donde lo acribillaron a tiros, recibió múltiples heridas en su cuerpo.
El homicida se montó en el carro y el conductor aceleró, perdiéndose de la zona. Vecinos de la comunidad detallaron que escucharon más de 10 detonaciones y decidieron salir para ver qué estaba pasando.
«A él no le dio chance ni siquiera de levantarse. Cuando escuché las detonaciones salí corriendo hasta la casa, estaba a cuatro cuadras y cuando llegué no pudo hacer nada, él murió de inmediato», sostuvo el sobrino de Simón.
Los familiares de Simón llegaron al poco tiempo de lo ocurrido y estaban destrozados por su muerte, pues no se explican qué pudo pasar.
Funcionarios del Eje de Homicidios del Cicpc se trasladaron hasta la escena del crimen para hacer las experticias e iniciar con las investigaciones, además de entrevistar a las personas allegadas a él, así como las que estaban el día que ocurrieron los hechos.
«Mi tío no tenía problemas con nadie, no tenía enemigos ni vicios. Esas personas le quitaron la vida a una persona trabajadora», comentó el sobrino.
Un conocido de Simón contó que él tenía poco tiempo de haber llegado de Colombia, además lo describió como una persona trabajadora desde temprana edad, pues Simón desde que era un adolescente reparaba carros.
«Su caso lo dejamos en las manos de Dios, de la justicia Divina nadie se puede salvar», comentó el familiar.
Familiares detallaron que Simón residía en el barrio La Apostoleña, al oeste de Barquisimeto. Deja cinco hijos huérfanos, tres mayores y dos menores de edad.