Anaís Mendoza | LA PRENSA.- Sobre una acera de la calle 4 de la zona industrial estaba el cuerpo de un hombre que fue asesinado de varios disparos.
El cadáver del hombre era custodiado por funcionarios de la policía estadal. Aproximadamente a las 4:00 de la madrugada de ayer vecinos escucharon un carro y luego el sonido de cinco plomazos que interrumpió el sueño de los residentes.
Al amanecer los habitantes vieron el cuerpo ensangrentado y boca del hombre que vestía un suéter gris con rojo un jeans y zapatos deportivos azules. A la víctima se lo notaba un disparo en la espalda y otros en entre la cabeza y la cara. Casi a un metro de distancia estaba una gorra de color naranja.
Las personas que residen por el sector se acercaron para ver de quien se trataba algunos comentaban que era del barrio La victoria, otros que era de Barrio unión, pues ningún familiar llegaba para reconocerlos.
Una vecina comentó que la zona siempre ha sido insegura pero que nunca había un hombre asesinado por el lugar. “Yo creo que lo trajeron en un carro porque eso fue lo que yo escuché y enseguida unos disparos”, afirmó la mujer.
Fue una prima que a las 9:00 de la mañana llegó al lugar tras escuchar los rumores que un hombre con las características de su primo había sido asesinado se fue al lugar para ver si era verdad.
Se trataba de Tomás Enrique Arrieche de 28 años, la mujer comenzó a temblar al ver el cuerpo de su familiar tirado en el piso.
Zozobra
A las 9:00 de la mañana llegaron las primas de Tomás, una de ellas no lo reconocía pues, el gorro del suéter le tapaba la cara.
“Dios mío ese como es el pero no lo reconozco no le veo la cara” comento la mujer. La capucha que del suéter no le dejaba ver su rostro y por eso las mujeres se comenzaron a desesperarse pues no estaban segura si se trataba de Enrique.
“Si es el Dios mío” al mismo tiempo que comento que la última vez que lo vió fue el martes en la noche cuando compartían en la casa de unos primos en la calle 4 de san José.
La chama detalla que no compartían mucho con él pero aveces se aparecía por San José y pasaban el día compartiendo con él. Las primas no comprendían por que lo mataron pues según ellas el era un hombre tranquilo.
“Esto es muy raro anoche estaba conversando y ahora está muerto”, decía otra prima.Se conoció que Tomás Enrique vivía en el Cují al norte de Barquisimeto.
Las prima de Tomás tampoco supo explicar que paso desde que la víctima se fue de la casa en San José hasta la calle donde apareció muerto.
Se conoció que Tomás trabajaba algunas veces y tenía dos hijas menores de edad.