Euseglimar González | LA PRENSA.- “Antonela”, nombre de su hija, fue lo último que dijo Luis Daniel Durán Parra (20) antes de morir el miércoles en la noche. Al joven lo asesinaron de un disparo en la cabeza en los rieles vía al sector Palaciero de Cabudare.
Luis Daniel salió de su casa en el callejón Los Mamones junto a su esposa a las 5:30 de la tarde, iban por café y una masa para preparar la cena. Cuenta Zulma Parra, mamá del joven, que la bodega queda a unas seis cuadras de la vivienda. Relata que cuando venían de regreso la esposa de Luis Daniel se adelanta para comprar unos cigarros en otra bodega.
Detallan que la pareja de Luis volteó a ver dónde venía él y cuando dio la espalda escuchó el disparo. En ese momento, la mujer se giró de nuevo a ver qué sucedía y vio a Luis tirado en la acera. Corrió hasta donde estaba él, gritaba desesperada pidiendo auxilio y nadie la ayudaba. Cuentan que ella se fue corriendo hasta la casa para avisarles a los familiares.
“Cuando llegué estaba mi hijo en el piso. En la mano le quedó la papeleta de café, en la otra la masa para arepas y los billetes regados en el piso. Entre todos lo cargamos, estaba vivo y nos fuimos hasta la avenida para poder trasladarlo al ambulatorio”, soltó Zulma en medio del llanto.
Cuenta que tardaron más de media hora esperando por un carro que lo trasladara hasta el ambulatorio. El muchacho ingresó sin signos vitales.