Jennifer Orozco | LA PRENSA de Lara.- Con lágrimas en los ojos, Carlos Contreras lo único que pide y busca es justicia. Ha luchado desde hace más de un año, hasta llegar a entablar un caso formal ante tribunales, contra un hombre que cometió presunto abuso sexual y actos lascivos en contra de unas menores de edad, entre ellas su hija adolescente.
Según Contreras, todo comenzó a principios de 2018, cuando una menor de 5 años confesó ante su padre que un «tío le hacia cariños» en sus partes íntimas. Esto explotó un conflicto familiar, que se convertiría en algo más grande.
«Luego de la confesión de la niña, que es hija de un primo, mi hija de 15 años comenzó a tener comportamientos diferentes a los normales, acompañados de trastornos del sueño y de alimentación. Sus padres no asociamos las conductas con el problema, pero la enviamos a terapia para saber qué le sucedida», cuenta Contreras.
Es después de tres meses de tratamiento psicológico que la adolescente confiesa que el mismo «tío» abusó de ella sexualmente desde los 8 años hasta los 12 años. «Fue una confesión terrible, pero desde ese día buscamos justicia para lo que le sucedió a mi hija», narra el padre.
El presunto abusador sexual, el cual debe enfrentar su propio juicio, una vez solicitado mediante un juez de control, fue identificado como Gustavo José Bocaranda Colmenares (60), quien es esposo de la prima de Contreras y a quien estas dos menores, tanto la niña de 5 años como la adolescente, consideraban un «tío», pues tenían contacto diario y hasta el día de la denuncia de los abusos a las menores, una buena relación familiar.
Después de la primera acusación, la de la niña de 5 años, la familia Contreras sufrió un quiebre. Durante ese quiebre Bocaranda huyó del país, hacia Estados Unidos con su esposa e hijos, a refugiarse en casa de familiares directos.
Mientras eso pasaba, Contreras comenzó su proceso de denuncia en Venezuela. Tanto el padre como la adolescente hicieron formal su acusación ante la Fiscalía Vigésima de Menores y el Cicpc, donde mediante exámenes forenses y psicológicos, se comprobó que la adolescente había sido víctima del delito.
«Todos los pasos se siguieron, la denuncia, la búsqueda de Bocaranda en su residencia y lugares comunes, los exámenes a mi hija, asistencia a Fiscalía y ahora queda un solo paso para la solicitud a nivel internacional», explicó el padre.
Contreras asegura que Bocaranda no ha pisado suelo venezolano en un año, pero una vez emanada la solicitud, tendría que ser extraditado desde Estados Unidos. En el país norteamericano, Bocaranda está presuntamente protegido por sus hermanos, quienes no han dejado que él sea visto, pues supuestamente tampoco tiene estatus legal en ese país. «Exijo justicia, él debe pagar lo que hizo en contra de estas menores», dice.
Una fuente del Cicpc asegura que Bocaranda, luego de enfrentar su juicio, podría ser condenado entre 15 y 20 años de cárcel por el delito de abuso sexual a menores de edad y actos lascivos.
Contreras espera que la justicia se haga pronto. «Lo que deseo es que no le haga daño a más nadie, que esto no le pase a más niñas».