viernes, 22 noviembre 2024
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El deseo por apoderarse de unas tierras terminó en una desgracia

Euseglimar González | LA PRENSA DE LARA.- A Daniel Mambel, conocido como «Cuchi» la codicia lo llevó a asesinar y se convirtió en el «Monstruo» del caserío La Vega luego de cometer uno de los crímenes más atroces de la parroquia Humocaro Alto. El hombre asesinó a cuchillazos a una niña de tan sólo tres años de edad.

La pelea por unas tierras terminó en una desgracia para la familia. Yolimar Arroyo tenía más de dos años viviendo en una humilde casa ubicada en el caserío La Vega del municipio Morán, cuyo terreno era en una zona montañosa, donde el cultivo del café hizo prosperar a la joven.

Una vez Yolimar quedó como heredera vinieron los problemas con sus primos y una de sus tías. Algunos habitantes del caserío contaron que eso desencadenó una serie de problemas entre la joven y sus primos, quienes, presuntamente, se querían quedar con parte de las tierras que ella había heredado.

Aquel 29 de mayo, hace cuatro años, eran las 8:00 de la mañana cuando Yolimar Arroyo estaba durmiendo junto a su niña, pero un golpe a la puerta hizo que se despertara de inmediato.

El «Cuchi» llegó a la casa de Yolimar ubicada en una loma e ingresó a la fuerza a la casa, describieron que estaba como «endemoniado», llevaba puesto un suéter en el rostro, tumbó la puerta y caminó hasta donde estaba Yolimar. En sus manos llevaba un cuchillo afilado.

Yolimar contó que su primo la agarró desprevenida y para defenderse agarró el cuchillo, pero como era muy filoso y largo, cuando lo haló se cortó.

La joven intentó gritar, pero él la agarró a la fuerza y le amarró el suéter en la boca para que no hablara. En ese momento la lanzó al piso bocabajo y comenzó a apuñalarla, justo en ese momento la niña, que estaba a escasos metros de su madre, comenzó a gritar.

A sangre fría

El hombre estaba «endemoniado», cuando la pequeña comenzó a gritar él la habría agarrado y la lanzó al suelo y allí comenzó a herirla en varias partes del cuerpo. La madre presenció el crimen de su hija y ella tuvo que hacerse la muerta para que el criminal no le hiciera más nada.

En medio del cuarto quedó el cuerpo de la pequeña debajo de un charco de sangre y cerca de ella sus zapatos de color azul que usaba a diario. En todo el cuerpecito tenía heridas. Era una escena de terror la que describieron los vecinos.

Una vez que el hombre cometió el crimen, le lanzó una sábana encima tanto a la madre como a la niña. Comenzó a buscar unos documentos en la vivienda y se presume que quería la documentación que acreditaba a Yolimar como la propietaria de las tierras, luego de conseguir una carpeta huyó.

Camina malherida

Yolimar como pudo se paró y salió de su casa para buscar ayuda, corrió malherida unos 200 metros y en la acera de una vivienda cayó, pero pedía ayuda. Los vecinos salieron a ver qué pasaba y la vieron con todo su cuerpo lleno de sangre y le preguntaron qué había ocurrido.

«¡Ay Dios! ¡Fue «Cuchi!», él mató a mi hija. Hagan justicia por ella», decía la joven mientras se desangraba.

Un vecino corrió a avisarle a una amiga de Yolimar, pues desde que comenzaron los problemas con sus primos ella se refugiaba en esa casa.

Dos días después de la muerte de la niña, Yolimar contó a LA PRENSA, que tres meses antes del asesinato de la pequeña, ella pudo «dominar» a uno de sus primos, luego que el hombre se metió a su ranchito y al parecer intentó ahorcarla.

Ella lloraba desconsoladamente y se culpaba diciendo que esta vez no pudo salvarle la vida a su pequeña niña.

Reforzar las puertas y cercar el terreno no fue suficiente para evitar la desgracia. Quienes conocían a los primos, aseguraron que ellos se enfurecieron cuando observaron que la joven decidió cerrar todas sus tierras para cortar comunicación con ellos, pero ellos se negaban, pues pretendían agarrarse el terreno.

Además, explicaron que ocho días antes del infanticidio llegó otro de los primos de Yolimar e intentó meterse a la casa a la fuerza, pero ella lo evitó.

Sostuvo fuertemente la puerta de madera de su casita y comenzó a gritar con fuerzas, por lo que el hombre se fue dejando algunos daños en la puerta, que ese mismo día fue reparada por el esposo de Yolimar.

Sin atención

Yolimar denunció dos veces a su familia, pero no tuvo respuestas. El día que ocurrió el crimen de la pequeña, miembros del consejo comunal del caserío contaron que ella había denunciado ante la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y el Cicpc de El Tocuyo sobre los hechos ocurridos con sus dos primos.

Una prima de Yolimar lamentó que los cuerpos de seguridad no hicieron nada para detener la desgracia y destacó que después de muerta sí iban a buscar al monstruo.

Ese día, los funcionarios de Polilara se trasladaron hasta el sitio del suceso para verificar la información y luego notificaron al Eje de Homicidios del Cicpc.

«Aún se recuerda esa muerte, era una bebé, cómo le pueden hacer eso a esa niña», comentó una vecina de la zona.

Yolimar estuvo recluida en el Hospital Central Antonio María Pineda alrededor de dos días por las heridas que presentó. Ella recibió una puñalada en la parte derecha del cuello, de unos cinco centímetros de profundidad, que por poco le cuesta la vida.

Lo capturan

Un día duró huyendo de la justicia el homicida de la niña de 3 años. Funcionarios de Polilara lograron atraparlo en el caserío La Mesa de Humocaro Alto.

Daniel Enrique Mambel Arroyo (21) fue detenido por funcionarios de Polilara, por estar presuntamente implicado en la muerte de la pequeña. Desde que tuvieron información sobre el atroz crimen, funcionarios de Polilara y el Cicpc se activaron en la búsqueda del hombre hasta que dieron con él.

Luego de la detención de Mambel, conocido también como «Cuchi», fue trasladado hasta el Cicpc en El Tocuyo.

Cuando los vecinos de la comunidad se enteraron que habían atrapado al «Monstruo de La Vega» querían arremeter contra él.

El «Cuchi» fue trasladado hasta el Eje de Homicidios del Cicpc y quedó detenido.

La golpeó hasta matarla

Una niña de un año de edad murió producto de una brutal golpiza que le dio su padrastro. La pequeña presentó hematomas en todo su cuerpecito, además en la cara tenía lesiones y cianosis (color azulado de la piel), lo que llevó a diagnosticar que habría sufrido de maltrato infantil. El hecho ocurrió el año pasado en el caserío Los Puentes de Morán.

El 13 de mayo de 2021, Vilmary Carucí, madre de la pequeña, llegó al ambulatorio de Villanueva con la niña en brazos, presuntamente, dijo que la había encontrado tirada en el piso y como la vio con golpes la sacó al médico. La doctora de guardia de inmediato la atendió, pero ya no podía hacer nada, la bebé estaba sin signos vitales.

Era una niña linda, de piel morena, con cabello negro y cachetes redondos. La madrugada del 13 de mayo la trasladaron al ambulatorio con un vestido de cuadritos azul y blanco.

Fuentes policiales indicaron que la doctora chequeó a la niña detenidamente y observó hematomas en la cara, abdomen, piernas y pecho, además diagnosticó que la niña habría muerto por estrangulamiento.

Aunque Henry Antonio López, presunto responsable del crimen trató de huir, la Policía de Lara lo atrapó.

A Vilmary, madre de la niña, la detuvieron, presuntamente, por omisión de los maltratos.

Queda en la línea de fuego

Una niña de dos años de edad murió luego de quedar atrapada en una línea de fuego, tras un enfrentamiento que se generó el sábado 09 de agosto de 2014 en el sector Santa Teresa de Pavia, al oeste de Barquisimeto, cuando unos hombres armados llegaron a la casa donde residía la niña junto a sus padres y abrieron fuego contra ellos, por una presunta venganza entre bandas.

Para ese momento se supo que la madre de la pequeña se lanzó encima de la menor para salvarla, pero uno de los proyectiles impactó en su rostro, acabando de inmediato con su vida.& ;

Durante el ataque, la madre de la pequeña también resultó herida en la pierna y una bala la rozó en la nariz. Mientras que el padre de la víctima también resultó herido de gravedad y lo llevaron hasta el Seguro Pastor Oropeza.

Luego de lo ocurrido en el sector y en venganza por la muerte de la niña, los familiares y conocidos de la familia se fueron hasta la avenida principal de Los Venezolanos Primero, en el sector Las Torres y al llegar a la vivienda, buscaron a César José Hernández y le dispararon a quemarropa.& ;

César murió tras recibir un impacto de bala en el tórax. Fue señalado como el autor material del ataque en la vivienda donde residía la pequeña de tan sólo dos años de edad.

La pelea entre bandas dejó a dos personas muertas, entre esas a una persona inocente.

 

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