LA PRENSA.- El fundador de la Organización Nacional de Trasplantes de España, Rafael Matesanz, alerta de que las donaciones en Venezuela se quedaron en cero durante 2017, lo que considera “una realidad angustiosa para los cerca de 6.500 enfermos que están esperando un órgano” en el país sudamericano.
Según afirma en un artículo publicado hoy por el servicio “Las Firmas de EFE”, esta situación “no significa obviamente que los venezolanos sean ahora menos generosos que antes”.
La ONTV (Organización Nacional de Trasplantes de Venezuela) era la organización no gubernamental encargada de la donación y distribución de órganos hasta que, hace unos años, el Gobierno asumió su gestión.
Matesanz se hace eco de un comunicado de la propia ONTV según el cual “la actividad de obtención de órganos y trasplante de donante fallecido está suspendida desde principios de año en todos los hospitales. Ello es consecuencia del deterioro generalizado de los mismos, con graves consecuencias sanitarias de todo tipo”, entre ellas la ausencia total y absoluta de donaciones.
El experto español refiere asimismo “la tremenda angustia de los pacientes ya trasplantados hace tiempo, que dependen para seguir viviendo de inmunosupresores que simplemente no llegan a las farmacias ni a los hospitales”.
“Sus únicas vías de escape -sostiene- son adquirirlos en el mercado negro a precios abusivos, recurrir a algún familiar emigrado al extranjero o desplazarse puntual o definitivamente a Colombia u otro país del entorno”.
El doctor Matesanz, premio Príncipe de Asturias por su extraordinaria contribución a la red de trasplantes, recuerda que “Venezuela fue hasta hace unos años uno de los países más activos en el Consejo Iberoamericano de Donación y Trasplante”, foro presidido por España donde están representados todos los países de habla española y portuguesa.
Frente a quienes consideran que en un contexto generalizado de dificultades sociales poco importa un sector tan reducido como los trasplantes, Matesanz afirma: “Muchas o pocas, se trata de vidas humanas y de mucho sufrimiento en un país irónicamente situado sobre un lago de petróleo”.
Agencias