El abigeato o robo y hurto de animales en la ganadería venezolana es un delito que tiene más de un siglo registrándose, pero las alarmas se han encendido en los últimos tres meses por la cantidad de hatos y fincas que han sido asaltadas en Zulia, Barinas, Guárico, Apure y Táchira. El sector alerta que ya no se trata de simples cuatreros (ladrones de animales), es delincuencia organizada fuertemente armada que estudia a sus víctimas, amordaza y secuestra para poder sustraer gran cantidad de ganado y, presuntamente, comercializarlos en el mercado nacional.
A los antisociales les da igual si perjudican al gran hacendado que tiene más de 700 animales o quiebran al pequeño productor que tiene 10 vacas. Roban por igual a los mautes (becerros) y a los toros sementales de alta genética, acabando con años de investigación y con los futuros rebaños del país.
El temor sucumbió a los ganaderos hace una semana, cuando en una finca en Machiques de Perijá, estado Zulia, sustrajeron 150 búfalos. La denuncia la dio a conocer Édgar Medina, presidente de Fedenaga. «La finca era propiedad de una señora, presumimos que el robo no fue de un solo golpe, allí pudieron estar implicados el personal obrero que fueron sacando poco a poco el ganado», explicó.
El temor sucumbió a los ganaderos hace una semana, cuando en una finca en Machiques de Perijá, estado Zulia, sustrajeron 150 búfalos. La denuncia la dio a conocer Édgar Medina, presidente de Fedenaga. «La finca era propiedad de una señora, presumimos que el robo no fue de un solo golpe, allí pudieron estar implicados el personal obrero que fueron sacando poco a poco el ganado», explicó.
Fabricio Rincón, presidente de la Asociación de Ganaderos de Machiques, contó que la propietaria afectada, apenas se dio cuenta que faltaba un lote de sus animales, hizo la denuncia ante los organismos de seguridad, pero al poco tiempo los delincuentes volvieron a llegar a su finca en moto, sometieron y amordazaron a sus trabajadores y procedieron a robar desde celulares hasta equipos agrícolas. En Machiques de Perijá cinco fincas han sido robadas en los últimos 90 días.
«Ahí debe haber complicidad de algunos funcionarios, porque, por ejemplo, si se llevan cuatro vacas beneficiadas, estamos hablando de una tonelada de carne que tienen que pasar por las alcabalas en complicidad con algunos guardias y policías, en complicidad hasta con los trabajadores de frigoríficos o de las personas que despachan esa carne», acotó José Labrador, presidente de la Federación de Asociaciones de Ganaderos y Agricultores de Barinas. Resaltando que en este estado llanero los municipios más afectados por el abigeato son Rojas, Ospino y Barinas, donde se roban un promedio de 20 animales semanales.
Fabricio Rincón, presidente de la Asociación de Ganaderos de Machiques, contó que la propietaria afectada, apenas se dio cuenta que faltaba un lote de sus animales, hizo la denuncia ante los organismos de seguridad, pero al poco tiempo los delincuentes volvieron a llegar a su finca en moto, sometieron y amordazaron a sus trabajadores y procedieron a robar desde celulares hasta equipos agrícolas. En Machiques de Perijá cinco fincas han sido robadas en los últimos 90 días.
«Ahí debe haber complicidad de algunos funcionarios, porque, por ejemplo, si se llevan cuatro vacas beneficiadas, estamos hablando de una tonelada de carne que tienen que pasar por las alcabalas en complicidad con algunos guardias y policías, en complicidad hasta con los trabajadores de frigoríficos o de las personas que despachan esa carne», acotó José Labrador, presidente de la Federación de Asociaciones de Ganaderos y Agricultores de Barinas. Resaltando que en este estado llanero los municipios más afectados por el abigeato son Rojas, Ospino y Barinas, donde se roban un promedio de 20 animales semanales.
En Guárico, el municipio más afectado es Francisco de Miranda, en Calabozo. Cifras extraoficiales señalan que en la última década la delincuencia organizada ha acabado con 500 mil animales productivos. «Se roban un promedio de 40 mil reses al año», alertó Carlos Arana, presidente de la Asociación de Ganaderos de Guárico. Explicó que el móvil implementado es el arreo de ganado de noche o los fines de semana. Afirma que la impunidad reina y que a muchos productores les da temor denunciar.
Los ganaderos sostienen que la única manera de acabar con este flagelo es que la Asamblea Nacional apruebe la reforma de la Ley Penal de Protección a la Actividad Ganadera, que está en segunda discusión.
Édgar Medina, presidente de Fedenaga, explicó que actualmente el abigeato es considerado un delito menor, cuya pena máxima es de tres años, pero con una medida cautelar el delincuente puede salir en libertad bajo medida de presentación al poco tiempo, y por lo general vuelve a reincidir en el delito.
«Estamos pidiendo que a las personas que encuentren robando un ganado en flagrancia, o que transporte animales sin una guía o los permisos correspondientes tenga una pena de entre 12 y hasta 18 años de prisión. Se necesitan penas ejemplarizantes para que este flagelo no se siga cometiendo», alegó.