Ana Uzcátegui | LA PRENSA de Lara.- Las zonas populares del país donde hay elevados niveles de precariedad es donde menos se ha cumplido la cuarentena social, a pesar que el gobierno intenta aplicar la fuerza policial para evitar la aglomeración de gente y que buhoneros saquen sus tarantines y comiencen a vender alimentos y cualquier producto en las calles.
Así ocurrió en Petare, municipio Sucre del estado Miranda, cuando el martes 14 de abril funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) desalojaron a vendedores informales por las malas, al negarse a acatar el operativo que fue tendencia en redes sociales.
50 funcionarios encapuchados apuntaban con armas largas a transeúntes y según reportaron medios de comunicación del Distrito Capital le cayeron encima a un par de motorizados que iban sin casco, pero con tapabocas. Después de ser requisados, los agentes de las FAES verificaron que los jóvenes llevaban sólo alimentos.
También instalaron patrullas en sitios donde los vendedores ambulantes suelen ocupar como aceras y transversales, custodiando por horas las zonas populosas.
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