La Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios (Fedeagro) ha emitido una advertencia sobre la alarmante disminución en el consumo nacional de frutas y hortalizas. El director de Hortalizas del gremio, Emilio Breindembach, explicó que la actual «incertidumbre económica» del país ha forzado a los hogares a relegar estos productos perecederos a un segundo plano en sus prioridades de compra, optando por opciones menos costosas.


Breindembach señaló que la caída del poder adquisitivo ha mermado significativamente la demanda, afectando directamente a los agricultores. A modo de ejemplo, mencionó que un productor de El Jarillo que antes vendía 100 kilos de hortalizas a un supermercado, ahora apenas logra colocar la mitad. La situación se agrava con los retrasos en los pagos por parte de los supermercados, que a veces se extienden hasta seis meses, perjudicando aún más a los productores.
Los desafíos del sector agrario y la agricultura familiar
Además del bajo consumo, Breindembach destacó otros desafíos que enfrenta el sector, como los altos costos de los insumos y el cambio climático. A pesar de estas adversidades, el gremio continúa trabajando para buscar acuerdos que garanticen pagos puntuales.


La situación es especialmente crítica para la agricultura familiar, que, según el director, representa el 80% de la producción agrícola del país. Este sector está perdiendo sus inversiones y su sustento, como lo demuestra la caída de entre un 70% y 80% en la venta de durazno, al no ser considerado un producto prioritario. Otros rubros afectados incluyen el cebollín, calabacín, pepino y berenjenas, con los agricultores de El Jarillo, San Pedro de los Altos, Colonia Tovar y Bajo Seco siendo los más impactados.