Carlos Ramírez | LA PRENSA DE LARA.- La pujante zona industrial de Ureñ;a, en el municipio fronterizo Pedro María Ureñ;a ya no es el bullicio ensordecedor de añ;os atrás, un sinfín de empresas han bajado sus santamarías para perfilarse a otras actividades o principalmente salir del país. Sin embargo, un grupo nutrido se erige como los neopromotores de la inversión nacional, si bien ya tenían añ;os laborando son los únicos que hoy día apuestan por la producción y la conformación de nuevas estrategias para sobrellevar unos añ;os en números rojos.
Poco a poco las puertas se abren, los avisos se instalan en las calles calurosas y una ola de aire pesado hace que las muestras de sus productos se tambaleen al ritmo de música alegre que sólo disfrutan algunos compradores que con disimulo y timidez preguntan por los precios para acceder a prendas de vestir.
La motivación por seguir está sujeta a la fe acompañ;ada de trabajo duro, pese a algunos comentarios negativos los empresarios conocen que la perseverancia es la fórmula idónea para mantenerse en pie, es por ello que los modelos de la producción varían de acuerdo a la tendencia que ahora, en la era de los medios digitales, es la referencia objetiva para mantenerse vigentes.
Ureñ;a y sus empresarios no se rinden y prueba de ello es el rumor de las máquinas de coser que no se detienen, es el cortar de la tela que está ahí entre el vestíbulo y el área de atención, pues lo que a primera vista se palpa como una industria austera no es tal, pues la búsqueda de mejorar y salir del letargo económico es más fuerte y necesaria, de allí que diariamente los trabajadores se adentran en los galpones para entregar lo mejor de sí y generar el producto que desde este municipio ajeno en primera instancia para muchos, representa una fuente solvente de recursos.
Con fe
Maily Argüello encabeza desde hace 12 añ;os la empresa de confección, Maxi Jeans, bajo la premisa de continuar luchando se han mantenido produciendo pese a la crisis por la que han pasado, aduce que, si bien en un principio emigró del país con la necesidad de no dejar devastar el negocio, lo cierto es que las expectativas no fueron las esperadas.
En la actualidad la empresa está ligada a un número representativo de proveedores colombianos y venezolanos, en su mayoría, asegura son nacionales, puesto que las mejoras se han visto reflejadas en los más recientes meses. Aunado a ello, tiene una red de talleres distribuidos por todo el municipio, con lo cual la erigen como promotora de empleos y, por ende, una pieza regular en la mejora de la economía local.
«Tengo varios talleres y cada uno tiene alrededor de diez empleados (…;) son aproximadamente cinco centros de confección que están trabajando para la empresa y todos están aquí en Ureñ;a (…;) estamos generando empleos constantemente, de acuerdo a los pedidos que nos hagan».
Argüello esgrime que la producción se distribuye a toda Venezuela (pantalones para mujeres y hombres) es realista al aclarar que debido a las trabas que se generan al viajar por el territorio venezolano, sus compradores realizan los pedidos a través de vías electrónicas y estos con la utilización de transporte público y privado son llevados a destino.
«Las ventas aún con sus detalles han mejorado entre un 40 y 50 por ciento (…;) los compradores de pueblos del interior del estado son los que han reactivado la industria (…;) sumado a los destinos más lejanos (…;) ya comenzamos a recuperarnos (…;) seguimos teniendo fe al país».
Más esfuerzo
En un 30 por ciento estima la mejoría en la distribución de sus productos, Jhon Alexis Flórez Angarita, propietario de Comercializadora Lenfor, asegura que sí existe un repunte en la economía regional y prueba de ello es la comercialización en alza que está experimentando el rubro en la región y el país.
«La producción que manejamos aquí, porque somos comercializadora, se distribuye en parte del país (…;) en particular incidencia en el centro y oriente de Venezuela».
Flórez Angarita reitera que para superar cualquier situación hay que «poner más esfuerzo, trabajando, no decaer», asegura que salir del país no es una opción cuando hay fuentes de trabajo que se pueden explotar.
«No vale la pena irse del país, se trabaja más, se esfuerza más y no es lo mismo en términos de ganancias».
Resistir y aguantar para no huir
Gilberto Niñ;o García es propietario de Yorivan Gillbert, al igual que otros empresarios del mismo rubro se mantiene en la Zona Industrial de Ureñ;a, luego de dos décadas dedicado a la producción de pantalones para damas, niñ;os y caballeros persiste su reclamo ante la falta de políticas económicas que beneficien a los empresarios.
«Qué me motiva seguir (…;) en este momento, ya uno tratando como de aguantar, como de resistir, como de no seguir corriendo sino de guapear; guapear para ver hasta dónde llegamos».
Niñ;o García distribuye su producto en todo el territorio nacional, pese a su escepticismo está consciente de una leve mejoría en el comercio, la cual a su parecer, sobresaldría si se llegase a un acuerdo entre los dos países para abrir la frontera.
«Las ventas están bajas en comparación con añ;os anteriores, pero sí se continúa, hay que continuar».
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