AP | LA PRENSA DE LARA.- Los japoneses fueron a las urnas el domingo, unos comicios marcados por el asesinato del ex primer ministro Shinzo Abe, baleado cuando ofrecía un discurso de campañ;a. El partido de Abe, que gobierna el país, parecía encaminarse a una gran victoria.
Mientras la gente votaba, la policía en el oeste de Japón llevaba al supuesto asesino a la fiscalía local para continuar las pesquisas. Un día antes, un oficial de alto rango de la policía regional admitió posibles fallos de seguridad que permitieron que el agresor se acercara y disparase una bala al aún influyente exmandatario japonés.
Las elecciones a la cámara alta, la menos poderosa en el sistema bicameral japonés, comenzaron en un país que aún no se recuperaba de la conmoción, la tristeza y el temor por la muerte de Abe, el primer mandatario, en el cargo o no, asesinado en el Japón de posguerra.
Se esperaba que el funeral de Abe se celebrase en los próximos días.
Abe fue baleado el vienes en Nara y evacuado por aire a un hospital, pero murió desangrado. La policía detuvo en el lugar a un exmiembro de la Marina japonesa. Se le confiscó un arma de fabricación casera en el lugar y más tarde se encontraron otras en su apartamento.
El supuesto agresor, Tetsuya Yamagami, dijo a los investigadores que había atacado a Abe por su rumoreada conexión con una organización a la que guardaba rencor, según la policía, pero que no tenía problemas con la posición política del exmandatario. El hombre había desarrollado una aversión a un grupo religioso con el que su madre estaba obsesionada y que había llevado a la ruina un negocio familiar, según reportes en medios. Algunos medios identificaron al grupo como la Iglesia de Unificación.
El crimen dio un nuevo simbolismo a los comicios y todos los líderes políticos hicieron hincapié en la importancia de la libertad de expresión y prometieron no ceder a la violencia contra la democracia.
Aunque los sondeos de medios habían augurado una gran victoria para el gobernante Partido Democrático Liberal ante una oposición débil y fracturada, el asesinato de Abe podría reunir más votos y otorgar al partido una victoria mayor que su modesto objetivo de alcanzar la mayoría en la cámara.
Fuente: AP