María B. Jordán | LA PRENSA DE LARA.- A todo aquel que se le despega un zapato y quiere darle una segunda vida útil acude a un zapatero, para que con hilo y pega hagan magia. Sin embargo, en los últimos meses y ante la pandemia a los zapateros les están llegando pocos trabajos.
Tal es el caso de Ángel Colmenárez, quien tiene más de 20 años en el oficio de reparación de zapatos y cuenta que antes de la pandemia la situación ya estaba difícil, pero en 2020 todo empeoró hasta el punto que a veces les llegan dos o tres trabajos diarios, cuando antes recibía más de 10 calzados para reparar.
Colmenárez dijo que los precios van desde un dólar que es pegar y coser el zapato, y tres dólares cuando se trata de montar una goma pero, como la situación está tan difícil también recibe productos por las reparaciones. «Un producto por pegar y tres por lo demás y acepto lo que sea, no importa si es de medio kilo porque entiendo que no todos tienen, pero necesitan su calzado», dijo.
Los zapateros dicen que últimamente se les hace muy difícil sobrevivir, unos buscan vender otros artículos para llevar el pan de cada día a sus casas.
Por las nubes
Zapateros relatan que los materiales para trabajar también están costosos y con las pocas reparaciones tienen que reunir para poder adquirirlos. Por ejemplo una pote de pega de 150 ml ronda los cuatro dólares, mientras que el hilo encerado P4 alcanza los 17 dólares el rollo que es lo que más suelen utilizar.
Adicional a eso deben adquirir gomas que pueden estar alrededor de nueve dólares para otro tipo de reparaciones de zapatos.