Lorena Rojas | LA PRENSA DE LARA.- La que era una tabla de salvación, ahora se ha vuelto una tortura. Hasta cuatro horas deben esperar los usuarios de Transbarca para poder subir a una unidad, pues las pocas que están operativas no cubren la demanda de pasajeros que abarrotan las paradas desesperados por llegar a su destino.
Y es que ante la falta de efectivo y las pocas unidades de transporte público operativas por la escasez de combustible, los guaros han migrado al uso de los «rojitos» como el mejor aliado para movilizarse en estos momentos de crisis. Sin embargo, las horas de espera pasaron de una a cuatro horas, lo que despierta indignación en lo usuarios.
«Ya tengo dos horas esperando y nada que pasa un Transbarca, yo voy hasta La Estación y por lo general siempre van súper full», dijo Norma Jiménez desde la parada de Metrópolis.
Los usuarios que esperaban en una parada de la avenida 20 destacaron que ya los choferes no hacen todas las rutas que inauguraron cuando inició a funcionar este transporte y que además se molestan cuando los pasajeros llevan bolsas.
«Además que tardan mucho para pasar ni siquiera se quieren pararse en algunas de las paradas, hay algunos choferes que son groseros y tratan mal a los pasajeros», aseguró Juana Pérez.
Usuarios también comentaron que pese a la pandemia del COVID-19, tanto en unidades como en paradas no se están respetando las medidas de bioseguridad y cuando logran subir a un bus, anda como sardina en lata.