Jennifer Orozco| LA PRENSA.- Un servicio funerario cuesta entre 250 y 400 mil bolívares, precios que los familiares de los difuntos ven exorbitantes. Lo que abomba el valor del paquete es la urna de madera o latón, pero desde hace unos meses apareció una opción más barata y es un ataúd de cartón.
El “Biocofre” o urna de cartón corrugado cuesta Bs. 55 mil, cuando una de latón sale en Bs. 135 mil o las de tabla MDF tienen un valor de Bs. 85 mil.
Los creadores del “Biocofre”, Elio Angulo y Alejandro Blanchard de Grupo Blancol, cuentan que la urna aguanta cadáveres de hasta 130 kilos pues están compuestas de seis láminas de cartón corrugado llamado “doble wall” que es resistente y no se dobla con el peso. Además, está forrado con un papel ligeramente plastificado que absorbe los fluidos que genera el cadáver después de ser preparado en una funeraria.
“La creación del biocofre comenzó hace tres años, para presentar un proyecto ecológico de urnas biodegradables. Pero ahora, con la situación económica del país, se ve no solo ecológico si no también lo rentable”, cuenta Blanco.
Los fabricantes de urnas convencionales, como Edgar Zambrano, manifiestan que los materiales están tan costosos y difíciles de encontrar que los cofres funerarios alzaron sus precios en un 30 por ciento, sobretodo las de latón que antes eran las más económica.
“La lata ahora es costosa porque está escasa. Hace unos tres años también se podían hacer urnas de cedro, pero eso también está costoso, ahora se trabaja con tablón MDF que es barato pero no es tan resistente”, confiesa.
Ya algunos dolientes de fallecidos en Lara han utilizado los biocofres, sobretodo para el proceso de cremación pues también se puede ingresar “Biocofre” al horno.
Aunque algunas funerarias dudan de que se puedan enterrar cuerpos en los biocofres, sus creadores lo ven factible, dándole tres años de resistencia después de la inhumación.