Isabella Delgado | LA PRENSA.- Si la Alcaldía de Iribarren no define cuál será el destino laboral de los 175 trabajadores de Urbaser que quedaron en el aire tras el cambio de operadora de recolección de basura, lo afectados comenzarán a hacer presión con acciones de calle.
Así lo asegura Winder Requena, miembro del sindicato Sutrel, quien exigió el pago de los pasivos laborales. “La alcaldía le debe 380 millones a Urbaser, y de esa plata es que nos van a pagar los pasivos. Es nuestro derecho”, destacó desde la plaza Bolívar, frente a la alcaldía, donde los trabajadores hicieron una asamblea.
Jinso Urdaneta, miembro del sindicato, en nombre de los afectados aseguró que están cansados de las reuniones sin conclusiones o acuerdos. “Puro hablar. Nosotros no tenemos culpa que la empresa esté teniendo problemas. Nosotros lo que queremos es trabajar”.
Los trabajadores de Urbaser llevan dos semanas haciendo asambleas y protestas pacíficas. Ayer tenían planificada una reunión con el director de la alcaldía, Diego Mendoza. De esta, depende la decisión de irse a las calles o no.