Gabriel Grisanti. La Prensa- Entre 61 mil 500 hasta 89 mil bolívares puede llegar a costar un cartón de 30 huevos, dependiendo de su tamaño en presentaciones premium y jumbo. El incremento sorprendió a quienes comparan que el adquirirlo sale más caro que comerse un kilo de carne con precio regulado de Bs. 41 mil. Lo que para hace dos años (noviembre del 2015) rondaba los 450 bolívares, hoy en día ocupa un 50,14 por ciento del salario mínimo (Bs. 177.507,44) y que se traduce en un alza inflacionaria del 17 mil por ciento.
En un recorrido por diferentes establecimientos de la zona este y oeste de la ciudad se pudo constatar la variación en los precios incluso en la venta de la unidad que está entre los 2 mil 500 y 3 mil bolívares que se traducen en más de la mitad de un día del salario mínimo (Bs. 5.916,91).
Ante el alza en los precios a más de uno le toca desaparecer el proteico de los comedores y decirle adiós al tan preciado perico, tortilla, panqueca muy preferida en los desayunos.
Para quienes se dedican a la venta de este producto en sus negocios se han habituado que los proveedores les notifiquen un precio nuevo cada semana que puede ser entre los 3 y 5 mil bolívares. A pesar de ello, siguen adquiriéndolo para mantener a los asiduos clientes, en especial el sector repostero.
Rebeca Camacho, encargada de un abasto de víveres y charcutería en la carrera 18 entre calles 50 y 51, manifestaba que ayer pagó 620 mil bolívares por una caja que contiene 12 cartones de 30 unidades cada uno.
La joven que atiende el negocio familiar, decía haber escuchado entre la gente que un cartón completo, en algunas partes lo ofrecen entre 70 y 79 mil bolívares.
Jorge Montilla, comerciante, refería que el martes pagó 55 mil bolívares por un cartón de 30 unidades. Ante los precios inestables que hay del producto, expresó: “este es el regalo que nos sigue dando la revolución. Cada vez todo es más caro, y nadie controla ese problema”.
Compradores manifiestan que lo absurdo de todo esto es que no saben si existe o no un precio regulado de la postura de gallina ya que mientras los distribuidores y revendedores hacen lo que les da la gana con el precio, el gobierno ofrece dentro de la caja del Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) un cartón por 18 mil bolívares, 71 mil bolos menos que el precio real que se consigue en las calles.