Luis F. Colmenárez | LA PRENSA DE LARA.- La tradición se mantiene más viva que nunca. Desde hace más de 35 años, la señora Socorro Barrios ha puesto el corazón en la festividad navideña para alegrar a todas las familias que habitan y transitan por el Paseo Artesanal Cuesta Lara.
Con dedicación y mucho amor, Socorro erige una de las mejores representaciones del nacimiento del Niño Jesús.
En un pequeño espacio de un cerro que le fue cedido por un vecino de nombre Édgar Reyes, la dama con ayuda de varios vecinos le da forma a la significativa tradición que ha pasado a ser pieza invaluable de las navidades barquisimetanas, tanto así que Alfredo Ramos, en su gestión como alcalde de Iribarren, edificó una estructura que protege a las figuras del sol y la lluvia.
Resguardados en cajas que almacena dentro de su vivienda, Socorro conserva cada uno de los nacimientos que se han utilizado año tras año. Y es que el valor sentimental que tiene para los vecinos es tanto, que cada diciembre le donaban uno nuevo que llamara la atención de todos los que pusieran los ojos en él.
Este año, una particular idea invadió su mente y la llevó a crear figuras que en esta Navidad enamoran a los transeúntes.
Teniendo muy clara la utilización de materiales reciclables, recibió clases con el profesor Tony Lobo, para poco a poco ir dando forma a cada uno de los integrantes del pesebre.
Cartón, anime, bolsas de papel, trozos de tela vieja y mopas que fungen como cabello hoy son la representación de Jesús, José, María, el ángel Gabriel y los tres Reyes Magos. Detalla que su elaboración tardó poco más de un mes.
Las ovejitas, camellos y otros objetos para adornar se han ido incorporando gracias a los mismos vecinos que le han cogido cariño a la tradición.
«El pesebre es muy importante para todos. Cuando se acerca la fecha, los niños se me acercan y me preguntan que cuándo lo voy a poner. Es muy bonito», dice mientras agrega que Omar Marchán, un joven con discapacidad que vive a pocos metros de su casa, se ha convertido en su principal aliado para elaborar la recreación de Belén.
Su esposo, Carlos López, comenta que el pesebre es algo sumamente respetado por todos los vecinos de la comunidad. A pesar de que día y noche se encuentra expuesto en la calle, nadie se ha atrevido a robar o dañar las figuras.
«Hubo una vez, hace algunos años, que nos despertamos en la mañana y vimos que faltaban algunos integrantes del nacimiento, pero horas más tarde vino un borrachito a devolverlas y nos pidió disculpas», recuerda entre risas.
Se ven pocos
Aunque este año son contados los hogares que cuentan con un nacimiento debido al costo que esto amerita, en varias viviendas presumen la creatividad y amor por la Navidad.
Detallan que a pesar de todo la tradición no debe morir, sino pasar de generación en generación como herencia de vida.