Osman Rojas | LA PRENSA de Lara.- Desde hace casi dos meses Convelac, empresa productora de La Pastoreña, no está sacando leche al mercado. Según explica José Colmenárez, presidente de la empresa, la paralización de esta industria se debe a la presencia de una bacteria que estaba contaminando el producto y que los obligó a enterrar y destruir 432 mil 264 litros de leche en Quíbor.
«El pasado 25 de mayo nos dimos cuenta por medio de los cultivos que se le hacen a la leche que había una flora bacteriana y decidimos parar la producción. Llamamos a Contraloría Sanitaria de forma inmediata y notificamos lo que estaba pasando. Hicimos nuestros estudios con especialistas de la UCLA y se determinó que en la planta había un bacillus cereus (bacteria que puede ocasionar diarrea y malestar estomacal), por ese motivo decidimos parar y hacer una limpieza total a la planta», señala.
El presidente explica que no toda la leche producida luego del 25 de mayo salió contaminada, pues la mayoría de los litros estaban buenos. «No quisimos arriesgarnos y preferimos perder. Recogimos de inmediato la leche que estaba en el mercado para evitar problemas».
El empresario resalta que esta bacteria es resistente a los choques termoeléctricos que se le practica a la leche antes de ser vaciada en los envases, lo que permitió al bacillus reproducirse. «El 99,9 % de las bacterias muere allí. Solo hay una que resiste y es esta«, aclara.
Según los expertos, este tipo de bacteria no es mortal y tampoco corta la leche. «Esa es otra característica que tiene esta bacteria y por eso no nos dimos cuenta de la contaminación. A simple vista la leche está buena, pero cuando se prueba deja un sabor amargo», explica.
Consultado sobre cuándo vuelve a arrancar la producción, Colmenárez no supo dar respuesta, pues sostiene que esperan que Contraloría Sanitaria dé autorización desde Caracas. «Hemos hecho todo apegados a la ley y seguiremos así. Esperaremos que nos den el visto bueno para producir».
Sobre los comentarios que se habían hecho debido al entierro de la leche, en donde aseguraban que la leche había sido enterrada para cobrar un seguro, el empresario fue tajante al decir que eso es totalmente falso, pues la empresa salió perdiendo unos 400 mil dólares con la destrucción del producto.