Belimar López | LA PRENSA.- La falta de comida y las necesidades obligó a los barquisimetanos a salir a trabajar la mañana de este viernes 28 de octubre ante el llamado a paro que realizó la Mesa de la Unidad, así lo afirmó Zuly Pérez, comerciante informal agregando que no puede «dejar de trabajar porque significa pérdidas económicas».
Las ventas de empanadas, vendedores de café y abastos también permanecieron abiertos. La señora Zuleima Oropeza, trabajadora de una venta de empanadas asegura que ante el llamado a paro las ventas disminuyeron considerablemente, «en días normales vendo hasta 10 paquetes, hoy solo he vendido uno solo».
Yo quería estar de paro pero uno tiene que trabajar porque sino no se come, hay muchas necesidades en casa para darse ese lujo» aseguró Oropeza.
Desolación, era la principal característica en casi todas las paradas de transporte al oeste de barquisimeto. Aunque el sector transporte no se sumó a llamado, los transportistas bajaron su cuota de trabajo por en estaciones de servicio que surten gasolina. «Hoy el transporte estuvo normal, trabajamos desde temprano, había poca gente en las paradas pero comenzamos a trabajar tarde porque no encontrábamos donde echar gasolina» señaló Alejandro Carmona, trabajador de la ruta 9.
Aprovecharon el día
Desde las 12 de la noche algunos de los barquisimetanos salieron de sus casa para aprovechar la mañana y hacer colas para comprar productos de primera necesidad. En este sentido María Machado, afirmó que se tomó el día de paro para salir a comprar pañales para su hija además de ver que otro producto podría encontrar.